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Después de un rato Jim quiso que lo dejaran a un lado de la carretera y pues eso hicieron, luego de eso le seguimos hasta llegar al CDC y al llegar bajamos de los autos, hay que admitir que olía nefasto, había costales de arena con militares muertos encima y sobre ellos cientos de moscas.

- Rick, no hay nadie. - le dijo Shane.
- debe haber. - dijo, comenzó a anochecer y algunos caminantes se acercaban a nosotros.
- vámonos.
- no, hay... - miró a una cámara. - se movió.
- ha de ser tu imaginación, vámonos ya.
- sé que estás ahí, por favor déjanos entrar, hay niños, familias aquí, por favor.
- no hay nadie, vámonos. - se rindió y se dio la vuelta pero en eso abrieron la puerta dejando ver a un doctor con una escopeta.
- soy el Dr. Edwin Jenner, son bienvenidos, pueden entrar pero una vez que se cierre no se volverá a abrir, así que traigan sus cosas. - cuimos por nuestras cosas y luego entramos.
- para que se puedan quedar tendré que hacerles un análisis de sangre para verificar que estén libres del virus.
- ¿es necesario? Nadie ha sido mordido.
- es sólo por precaución. - dijo y todos accedimos. - hay agua caliente, electricidad, habitaciones y aire condicionado. - explicó. - y también cámaras, los estaré vigilando, en especial a ustedes. - dijo bromeando con los niños a lo que Sophia y Carl rieron. - parecen que traman algo.- dijo sonriendo y ambos niños siguieron sonriendo igual.

Luego de que nos hiciera ese análisis nos condució a un pasillo con varias puertas, cada una era una habitación.

- ¿puedo compartir habitación con Sophia?- preguntó Carl a mamá.
- creo que Sophia se quedará con su mamá.
- si quieres quedarte conmigo. - dije y asintió. - bien, tal vez podemos hacer una pijamada como antes. - asintió sonriendo.- perfecto.
- ¿ya tienes habitación? - me preguntó mamá y asentí. - ¿cuál es? - señalé con la cabeza la habitación que quedaba detrás de mí. - Carl, ve a la habitación de tu hermana, necesito hablar con ella.
- aprovecharé para bañarme. - dijo, me miró y después se metió a mi habitación.
- ¿de qué quieres hablar? - pregunté, señaló su habitación y ambas entramos.
- no le has dicho a tu papá, ¿verdad?
- no.. quiero hacerlo.
- por favor no, ya no volverá a suceder nada entre Shane y yo. - suspiré, no me convence. - si le dices, yo le diré sobre que perdiste tu virginidad desde los 14.
- él ya sabe que perdí mi virginidad antes de los 18, no tienes nada con qué chantajearme. - respondí. - y que yo haya perdido la virginidad con Glenn, alguien en el que papá ya confía, no es más grave que tu le hayas sido infiel con su mejor amigo de muchos años.
- ______... creí que estaba muerto.
- lo sé, sé que el que tiene la culpa es Shane pero no es sólo su culpa, también la tuya.- volvió a suspirar. - espero que Carl ya haya terminado de bañarse. - dije antes de salir de la habitación.

Estoy entre la espada y la pared.

[...]

Me metí a bañar después de Carl y luego todos salimos hacia el comedor del lugar para cenar con el doctor. Todos estábamos tomando vino, menos Carl y Sophia, pero quienes se estaban pasando de copas eran Glenn, Daryl y T-Dog... en especial Glenn.

- después de cenar, ¿quieres... ya sabes? - me preguntó Glenn susurrando algo pícaro, noté que Daryl se nos quedó mirando.
- no, tú estás tomado y yo dormiré en la misma habitación que mi hermano.
- andale... te puedes ir a mi habitación.
- cuando estés sobrio, hablamos. - dije.
- está bien, no insistiré más. - dicho esto Daryl dejó de mirarnos.
- ¡salud por el doctor! - dijo él.
- ¡salud! - dijimos todos al unísono y le tomamos a nuestras copas.
- papá, ¿puedo probar? - le preguntó Carl y papá miró a mamá.
- bien pero sólo un poco. - respondió ella, Carl sonrió mientras Glenn le servía muy poco a su vaso, lo tomó y bebió a lo que hizo una cara de desagrado. - buen niño.

Después de la cena cada quién se fue a su habitación, como solo había una cama en la nuestra la compartimos. Carl se estaba quedando dormido en la pequeña fortaleza improvisada que habíamos encima de la cama mientras que yo le acaricia el cabello.

- ¿supiste algo de Erica o Beck?
- Erica está en la ciudad, en las calles... es una caminante. - me miró triste.
- ¿y Beck?
- no lo sé, lo último que supe de él fue que se iría a Carolina del Sur con su familia, no sé si alcanzaron a irse.
- ¿y crees que esté vivo?
- no lo sé.
- ¿y quieres que lo esté? - suspiré, es una pregunta difícil.
- si, no es bueno desearle la muerte a alguien.
- me alegro tanto que hayas vuelto viva.- dijo sonriendo y sonreí.
- alguien te tiene que molestar de por vida, pequeño demonio.
- ni que fueras un ángel, eres peor que yo, tú eres el demonio. - lo miré indignada.
- retractate. - negó y comencé a hacerle cosquillas. - Carl Grimes, hazlo.
- está bien, lo siento, me retracto. - dejé de hacerle. - ¿ya ves? - solo lo miré mal y solté una pequeña risita.
- quedaremos en algo, ¿okay? Tu apodo será angelito y el mío será demonia.
- bien, me parece bien. - volvió a bostezar y después yo hice lo mismo. - te amo, hermanito.
- yo igual, hermana mayor. - besé su frente y me di la vuelta. - buenas noches.
- buenas noches.

Cerré los ojos y traté de conciliar el sueño.

Grimes & Dixon [Daryl y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora