Grimes & Dixon [Daryl y tú]

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Narra omnisciente.

Justo cuando dejaron el lugar, una mujer de tez morena y con una herida en la pierna, hecha por el mismo que secuestró a los chicos, tomó las canastas y comenzó a dirigirse a la prisión.

Luego de unas horas llegó y se desmayó frente a la valla, a unos cuantos metros se encontraba el padre de la chica viéndola.

Decidió salir a ayudarla, los demás se acercaron, el ex policía la cargó, tomó la espada que cargaba y entró de nuevo al perímetro de la prisión, su hijo tomó las canastas y entró, detrás uno de los prisioneros cerró la reja y entraron al interior del lugar.

- Carl, toma una manta y extiéndela ahí, Maggie trae agua por favor. - hicieron lo que les pidió, dejó a la desconocida sobre la manta y con el agua le quitó la sangre y tripas. - hey... tranquila, tranquila...
- Rick... - les habló Daryl. - ¿quién es ella?
- ¿podrías decirnos tu nombre? - no dijo nada. - ¿podrías decirnos tu nombre? - repitió pero no recibió respuesta, ella sólo trató de tomar su espada pero él la alejó con el pie.
- hay algo que quiero que vean..
- está bien.. - dijo levantándose. - estás segura aquí y podemos ayudarte con la herida.
- yo no pedí su ayuda.
- me llevaré esto. - dijo tomando la espada con la mano. - todas las puertas están cerradas, Carl trae su mochila y las canastas.- todos se dirigieron al pasillo de las celdas y al ver el interior de una se encontraron con Carol. - gracias a Dios. - la abrazó. - gracias a Dios... ¿cómo?
- me aísle.
- la encontré en una celda, tal vez se desmayó por deshidratarse. - Beth se acercó con la bebé en brazos y Carol al verla sonrió emocionada, esperando ver a Lori también pero al ver la cara de todos, en especial la de Rick esa cara cambió por una de tristeza.
- lo siento tanto.. - él asintió y la rubia la dejó cargar a la bebé.

La desconocida sólo veía por el otro lado de reja que separaba el comedor del pasillo.

Luego de unos minutos de haberse reencontrado con su amiga, vieron una de las canastas, estaba llena de latas de leche materna en polvo y de cosas para bebé.

- debió toparse con _____ y Glenn. - todos comenzaron a preocuparse más.
- ¿pero cómo supo de la prisión? Dudo que alguno se lo haya dicho.
- pues vamos a preguntarle. - los cuatro se dirigieron al comedor.
- podemos ayudarte con la herida, darte algo de agua y comida y que tomes tu propio camino pero debes decirnos cómo sabías de la prisión y por qué traías leche.
- las dejó un joven asiático y una chica bonita. - los cuatro se miraron, si hablaba de quiénes pensaban.
- ¿qué pasó?
- ¿los atacaron?
- se los llevó.
- ¿quién?
- el mismo que me disparó.
- son nuestra gente, dinos a dónde los llevaron.. ahora.. - le presionó la herida.
- no vuelvas a tocarme otra vez.
- entonces empieza a hablar o podrías tener más problemas que un disparo. - le dijo Daryl apuntándole con la ballesta.
- encuentrenlos ustedes.
- baja eso... - le dijo el líder a Daryl y él poco a poco bajó la ballesta. - viniste por una razón...
- hay un pueblo.. Woodbury, hay unos 75 sobrevivientes, creo que tal vez los llevaron ahí.
- ¿un pueblo entero? - asintió.
- hay un tipo que se hace llamar el Gobernador.. apuesto, encantador, como líder de una secta.
- ¿tiene poder?
- tiene aspirantes para militares, tiene centinelas cubriendo todos los muros.
- ¿sabes cómo entrar?
- es muy seguro de caminantes pero podemos colarnos.
- él es Hershel, te curará la herida. - dijo antes de irse de allí.

Lo que no se esperaban, mucho menos el arquero, es que estaban por encontrarse con alguien del pasado.

Narra ________.

El camino fue muy callado y llegando a una clase de pueblo nos separaron a Glenn y a mí. Un hombre me vio y enseguida lo reconocí, sólo me dieron ganas de reír pero él no se aguantó y lo hizo. Era uno de esos tipos del refugio de las personas mayores.

- estás muy tranquila a comparación de tu amigo. - dijo uno mientras me llevaba a una habitación, allí había una mesa redonda y dos sillas.
- tú sabes que no es la primera vez que me secuestran.
- si...
- ¿qué haces aquí? ¿y el refugio? - sólo negó con seriedad. - lo lamento.
- yo igual. - dijo atandome las manos por detrás de la silla, yo no resistí, sabía que era peor si lo hacía, ha pasado tanto que no sé si sigue siendo igual que hace un año.
- ¿vendrá Merle?
- ¿lo conoces?
- si, lamentablemente.
- si, puede que venga él después de hablar con tu novio. - dijo dirigiéndose hacia la puerta.
- es mi mejor amigo, no mi novio. - asintió y cerró la puerta.

Sólo espero que Merle no venga.