—Bienvenido seas a esta villa.
Gira atrás, buscando a quien lo saluda y encuentra a la mujer que recuerda a la perfección de un momento en específico: Cuando quedó atorado en el fondo de un abismo por culpa de Taehyung. Rasgos caucásicos llenos de perfección, su cabello tan extenso que llega al suelo, ondeante como el agua que hay tras de ella. Jimin se endereza, viéndola fijamente.
— ¿Anfitrite? —pregunta dudoso, sin hallar otra posible explicación. Ella da una pequeña sonrisa. Cándida y cariñosa.
—En efecto. Me alegra que lo entendieras con rapidez. Tal como lo sucedido ahí fuera.
Jimin ve un instante a la pared de rocas, escucha pequeños relinchos. Inseguro de sí los imagina o realmente están sucediendo. Anfitrite avanza varios pasos hasta quedar a un metro de distancia del coreano.
—Llegaste hasta aquí. Lo conseguiste.
—Ese caballo de allá, era Jungkook ¿Verdad? El... el que me trajo hasta aquí ¿Por qué es un caballo? ¿El otro es Poseidón? ¿Por qué...?
La Anfitrite le hace un gesto con las manos para que guarde silencio y principalmente, la calma. Jimin siente frío. Sea por la cueva llena de pequeña y tiernas goteras, el ambiente o la presencia de la diosa delante suyo. Ella pone las manos en su regazo, su gesto es magnánimo y tranquilo. Llama su atención que lleve una diadema en la cabeza.
—Sí, el otro caballo es Jungkook. Al menos una parte de él. La que siempre va contigo para cuidarte. De ser irrelevante para él, no habría tal manifestación—explica con lentitud. Tanta que a Jimin lo exaspera. Quiere explicaciones con rapidez—. Tal como tú estás con él ahora mismo, aunque eres incapaz de darte cuenta del detalle.
— ¿Dónde está?
—En la villa de Poseidón.
Sufre un escalofrío.
—pe-pero... se supone que debía ir ahí. Se supone que yo- ¿¡Como llego ahí!? ¡Tengo que ir ahí! ¿¡En donde estoy!? —reclama Jimin preocupado. Si esta no es la villa de Poseidón ¿Qué es?
—Es mi villa. Aun no puedes ir allá—Comunica inclinándose hacia Jimin—. Porque aún no ha aceptado para llevarte ahí. Por tanto, debes permanecer aquí, conmigo, hasta que sea el momento—Jimin se siente intimidado por ella. Es una mujer alta o él se encogió, sin mencionar que tiene tantas prendas de oro encima en diferencia a él. Lo hace sentir casi desnudo—. Por no decir que también debemos hablar tú y yo.
— ¿Hablar...?
—Quieres sanarte ¿No es cierto? Quieres continuar viviendo—endereza y empieza a caminar, Jimin la sigue—. Cumplir tu ciclo mortal junto a tu Poseidón. Para eso debes estar sano en cuerpo como lo estás en espíritu y mente. Tres pilares fundamentales, estás perdiendo el menos complicado de herir, pero el más fácil de sanar. Qué maravilla. —elogia con una risita. Jimin queda pensativo.
— ¿Mi espíritu está sano? Pensé que eso era imposible. —bromea sin ganas. Toda la vida le han dicho que por no creer en dios –o los dioses-, tendía una lama impura.
—Por supuesto, mi esposo te ha mantenido puro.
—Violándome.
—Deberías estar agradecido.
Jimin la ve con desdén. Se le olvida que es una mujer de miles y miles de años.
—Eres el motivo de deseo de un dios. Uno muy importante. Llamar su atención no es tan sencillo y tú lo conseguiste. Celébralo y agradécelo. —Recomienda con sonrisa tenue.
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Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin
Fanfiction"Anfitrite que su corona siempre ha de llevar, es rey del mar. Un poder sin igual: Prendar al que tiene al océano en su mirar y ahí siempre nadar para enamorarlo cada vez más. El océano les pertenecerá por la eternidad." Long-fic. Atlantic!AU Pairi...