Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin

EXTRA: Encanto de la profundidad

ADVERTENCIA: Este capitulo y todos los que tengan en su título "Extra" son NO canónicos dentro de la línea original. Esto no ocurre, sino que se trata de una alternativa o micro-relato dentro de la misma historia.
Ubicado después de: Ninguno

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— ¿Por qué tenemos que asistir a una fiesta terrana? No suficiente con ser fuera del agua, van a haber cientos.

—Tengo que ir porque quiero un acuerdo con ellos y tú tienes que ir porque no voy a ir solo ¿También te molesta acompañarme ahora?

Taehyung frunce las cejas y Jungkook acaba de arreglarse el cabello.

—Nunca me ha molestado acompañarte. Tan solo no veo la necesidad de esto.

—Aliarme con una de las potencias terranas y aparentemente la única que no ha intentado cazarnos en ningún momento de nuestra historia. Si. Es muy extraño. —repone Jungkook, sarcástico. Taehyung lo toma del brazo.

— No entiendo porque sigues enojado conmigo. Tú desprecio me lástima. —musita en voz baja. Jungkook entrecierra los ojos.

—Y a mí que no tuvieras la decencia de decirme que te ibas a acostar con mi primo tras TANTO decir que solo estarías conmigo. Ah, también con el noble de aguas claras, el pez león... Bueno, cuántos no.

Taehyung lo ve alejarse y Jungkook acaba de ajustar su capa mientras camina. El hecho de que Taehyung fuese infiel ni siquiera lo molesta del todo. Es su concubino, claro, pero también era su prometido y aunque él mismo ha estado con alguien más solo para callar al consejo y conseguir un heredero, primero lo habló con él. Quiso saber que pensaba, si decía que no le gustaba no lo haría y Taehyung dijo que sí. Creyó que había un entendimiento. Confianza. Qué tal vez se quedarían como una relación abierta.

El problema no es que lo hiciera.

Sino que lo escondiera y por las malas lenguas, estuviera hablando pestes se su persona durante estos encuentros.

Qué para peor, incluso sucedió con su primo Jackson. Con el que tanto le juró que no pasaría nada jamás.

A este punto es ¿Irrelevante? Por llamarlo de alguna forma. Es inútil continuar dándole vueltas. La única verdad es que no se va a casar con él. No quiere estar con una persona así de mentirosa y cínica. Quiere una distancia considerable entre Taehyung y su persona. Tal vez darse tiempo de conocer a algunas otras personas que al menos cumplan el lineamiento de concubinato: Estar y saber que solo existe el rey como acompañante nocturno.

De momento solo tiene a alguien, IU, pero es más término de procreación que verdadero gusto. Es un lío. Su alivio en esta ocasión es que la fiesta en Corea será perfecta para dejar que le pase aire en la cabeza y aliviar la rabia que aún siente, junto a hallar una solución para su problema.

~ * * * ~

— ¿Se encuentra a gusto? Majestad.

—En efecto. —responde educado al emperador coreano.

El lugar es amplio, muy amplio, decorado magníficamente entre ornamentos de plata, oro, jade y flores. Muchísimas flores por doquier. Música de ambiente, gente bailando. Algunos otros invitados de otros poblados. Jungkook es el único monarca Atlante, pues ningún otro de debajo del agua está dispuesto a mezclarse en una festividad terrana. Sea por curiosidad o falta de asco, a él se le hizo curioso y por eso también quiso ir. La simpatía con el emperador ayudaría a que puedan aliarse.

—Veo que ha bailado con varios de mis hijos.

—Son veinte ¿Cierto? —El emperador, Seunghyun, asiente con la cabeza—. Todos tienen un gran encanto. Desde las mujeres hasta los hombres. Aunque admito que las ropas tan rígidas me molestan.