El océano está en silencio.
El océano está triste.
El océano está sufriendo.
Levanta de su lugar, respirando con fuerza por la boca, con la impresión de que eso podría aliviar al menos un poco la sensación tan entristecida que hay a su alrededor, sofocándolo. Como una serpiente trepando por su cuello, introduciéndose por su boca y apoderándose de él de afuera hacia adentro para que experimente le mismo dolor que quien hizo semejante cambio en el mar.
La Anfitrite, como no puede ser de otra manera. Cuelga la llamada con rapidez, saliendo del estudio. Namjoon permanece viendo la ventana, con la cabeza inclinada y el deje triste en su expresión. Se muerde las mejillas y junta las manos frente a sí.
— ¿Qué pasa? De repente me siento... muy triste...—Soobin es el primero en jalar a Namjoon de la manga para llamar su atención y saber que sucede, los cinco cohibidos y con ganas de llorar aun si el mar consumiera sus lágrimas para ser más salado.
—Poseidón amó tanto a Anfitrite que hizo conectar con el mar. Si ella sufre, el océano lo manifestaría; si ella estaba feliz, también se sentiría... Y si estaba triste, todos se sumergirían en la misma tristeza—explica con suavidad, Soobin lo abraza, escondiendo el rostro en él, Namjoon le da palmadas y los demás niños se apresuran a apretar al consejero. Único cuerpo a flote para no caer al abismo—. Y quienes la entienden, solo abrirán la herida de nuevo. —musita al final.
Siendo que también teme caer en el abismo de la tristeza.
Sunmi se aproxima, poniendo una mano en el hombro del consejero para hacerle saber que está ahí. Una sonrisa suave y ojos comprensivo, pudiendo compartir así sea una mínima parte, de lo mucho que Namjoon ha estado sufriendo este tiempo sin manifestarlo en lo absoluto.
Cosa que no sucede con el príncipe atlante.
Yoongi avanza por los pasillos apurado, queriendo ir a su habitación y vaciar el agua. Librarse de ese efecto deprimente. Que la cobra deje de apretar su cuello mientras más permanece dentro del agua. Se vuelve imposible. No porque se derrumbara antes de llegar, sino porque ve algo. Una silueta demasiado reconocida que no ha visto en tres meses enteros.
—Hobi... ¡HOBI...! —Se impulsa hacia esa figura que corre lejos de él, doblando en cada esquina. Da vueltas en sí mismo, sin hallarlo.
Una risita, gira, notándolo asomado de una pared, medio escondido. Se impulsa para tomarlo, sin conseguirlo, sencillamente se desvanece una vez hace contacto con él. Gira atrás, encontrándolo ahí moviendo la mano en un saludo o bien, una despedida. Quejumbra, quebrado y sin entender por qué está sucediendo esto.
Porque los dioses se empeñan en torturarlo de esta manera, con alguien a quien tanto amó y ellos se llevaron de repente, sin darle tiempo de nada. Por más que lo persigue, no logra nada. Es igual a estar cazando su propia cola.
Esa imagen, una simple imagen que no hace más que bailar por el pasillo, tentándolo a perseguirla a sapiencia de su inexistencia, acaba por entrar en una habitación y Yoongi de la misma forma. Toma una bocanada brusca, constipado por el cambio de agua-aire de la sala de encantamientos. Cierra la puerta y se toma el cuello.
— ¿Me quería traer aquí? —se pregunta, sorprendido. Estaba bastante lejos de aquí. No puede tratarse de una coincidencia. La alucinación en sí, es cosa que no lo consigue sorprender.
Es igual a sus sueños. Una constante de autocastigo.
Se deja caer al suelo, viendo arriba, con el collar salido de su ropa. En la cadena no hay otra cosa que el anillo de matrimonio de Hoseok. Una de las tantas cosas que no debió hacer, pero no pudo evitar. Exhala, con los pendientes que cargan tintineando ante su cabeza caída ¿Por qué está sucediendo? ¿Por qué debe tener las mismas ganas de llorar que ese día en que lo vio decapitado? Por qué...
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Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin
Fanfiction"Anfitrite que su corona siempre ha de llevar, es rey del mar. Un poder sin igual: Prendar al que tiene al océano en su mirar y ahí siempre nadar para enamorarlo cada vez más. El océano les pertenecerá por la eternidad." Long-fic. Atlantic!AU Pairi...