13. Fingida Diplomacia

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—Esto no es una idea mínimamente razonable ¿Cómo se te ocurrió aceptar para empezar? No será más que una pérdida de tiempo. —Jungkook decide, por su propio bien, ignorar las quejas y reclamos continuos de Yoongi.

Sobra decir que la idea de estar en un cuarto –o carpa-, con Leedo y no matarlo le genera el mayor conflicto del mundo, así como rabia. Siendo un hecho que iba a intentarlo así fuese una vez y si acertaba, hay que dar por hecho que todo acaba hoy. Jungkook sabe que no sería tan sencillo como eso, son nórdicos, son necios, aun sin Leedo van a continuar seguramente.

Poco le importa a Yoongi.

Lo quiere muerto.

No fingiendo que van a considerar cualquier posible acuerdo que pueda surgir.

Namjoon niega con la cabeza, es inevitable que Yoongi se encuentre desubicado, igual que su rabia, pero es necesario que mantenga la calma para que todo fluya como en su visión. De otro modo, habrá un desvío que acabe por causar una desgracia. Toma un respiro antes de acercarse con las manos al frente escondidas en las anchas mangas de su ropa.

—Ya he visto que sucederá, usted va a mantenerse quieto y callado si eso desea, pero intentar matarlo puede arruinarlo todo.

— ¿Arruinar qué? Estamos en una guerra donde los términos no fueron dados desde el principio. Esto no es más que un show ridículo para-

—Para atacarnos y sé perfectamente que es un teatro. —Interrumpe y Yoongi gruñe nuevamente, malhumorado y casi incómodo en su ropa de gala. Jungkook también viste bien. Ropa negra como es su costumbre: Pantalón negro holgado con delicados y elaborados bordados a los costados, formas tribales y variadas; una camisa de botones oscuros, chaleco azul con bordado negro y como detalle que Namjoon agregó por motivos aún desconocidos: Una rosa roja.

¿De dónde la sacó para empezar? Lo desconoce, posiblemente no dure mucho por ser flor de tierra. Indiferente a ello, lo más llamativo de su vestimenta junto a algunos accesorios de perlas. Claramente hechos por Jimin en algún momento.

El atuendo de Yoongi es similar, con la diferencia de que sus mangas anchas atadas a la muñeca son traslucidas y permiten ver los brazos.

—Me debes estar jodiendo. —bufa incrédulo.

—Si quiere a su hijo sano y salvo va a mantenerse quieto en su asiento sin atacar a nadie—Su tono duro y malhumorado le saca una risa a Jungkook. Hay poco que enoje a Namjoon, entre ello que alguien no siga el plan por más que se deja claro que ya está todo bajo control—. No puedo asegurar que, si hace alguna jugada, él no sufra las consecuencias.

—Porque sabes bien de eso ¿A que sí?

—Bien, suficiente, esto es innecesario. Tranquilos—El terreno que pisaron ya es muy peligroso como para seguirlo permitiendo—. Necesito que estés enfocado en todo lo que digan. Cualquier mínimo gesto puede ser una pista y quien sabe, quizá te divierta algo.

—La rosa va a divertirlo—Una sonrisa cruel ensancha en el rostro de Namjoon para sorpresa de los hermanos—. Le prometo que eso será lo mejor de esta reunión.

—Ahora tengo curiosidad.

~ * * * * ~

— ¿Crees que ya llegaron allá?

—Es lo más seguro.

Jimin ríe, acariciando la cabeza de Soonyoung que se quedó dormido tras cantarle por segunda vez en el día. El niño pronto será vidente, así que repite las veces que sea necesario al día para asegurarse de que lo reconozca y de esa manera no haya inconveniente o posible inanición de su parte. Jackson lo mira de reojo.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora