Toma un profundo respiro, levantando en sus brazos y viendo a su alrededor. Está solo en la habitación, ve abajo, la sábana con enormes manchones de color negro. Pasa los dedos por sus labios y al verlos, descubre que están manchados aún. Acaba sentándose, poniendo las manos entre sus piernas y observando a más detalle la habitación.
Como si un terremoto paso por la misma. Las prendas rotas y tirada por doquier, la escarcha en los cristales, espejos, la sábana hecha un fiasco entre tanta viscosidad negra que le sale por la boca y nariz de vez en cuando. Se relame, percibiendo el sabor amargo de la sustancia que lo corroe por dentro.
Lleva la diestra a su hombro y lo frota muy suavemente, con la sensación de mordida y agarre en este. Gira hacia la entrada de la habitación, Jungkook bostezando y fijándose a él apenas está lo suficientemente dentro. Se acerca, usando un traslucido peplo enorme atado al cuello y en medio brazo. Sube a la cama, gateando hasta llegar a Jimin y juntar su frente con la de él.
— ¿Te sientes mal?
—No.
Juntan los labios, en un empujón suave y constante hasta hacerlo recostarse en la cama. Jimin permanece abrazado a él, pensando en que, de cierta forma, la habitación está igual a lo que sucede: Un enorme desastre que ambos tienen que arreglar tarde o temprano, con solución y aspecto engorroso hasta ser asqueroso.
¿Y él? Consumiéndose por dentro. Como siempre, la tormenta interna ahora volviéndose una literal que es capaz de acabar con su existencia tan pronto se descuide. Suspira, cerrando los ojos. El orden puede esperar. La limpieza también, incluso detener la vorágine destructiva en sus adentros. Ahora quiere tener un poco de paz. Calma en el ojo de la tormenta.
~ * * * ~
—No, deja eso.
Pink Princess se sacude en su lugar, enfurruñado de no poder hacer lo que quiere: Comer de la bolsa llena de dulces. Namjoon lo acaba por agarrar y empujar a otro lado. El pez regresa, nadando alrededor consejero. Sufre un sobresalto por darse cuenta de que Matthew está dentro de su estudio. El único invitado de fuera que no se ha ido aún.
—Alteza, por favor, no aparezca de la nada. —pide con una mano en el pecho. Matthew parece no haber prestado atención a su pedido, viendo fijamente al pez que nada exhibiendo sus elegantes y largas aletas rosadas.
Namjoon aguarda que diga que hace aquí. No luce su figura "humana", sino aquella con piel brillante, azulina y aletas en su cabeza simulando cabello. Con ojos enormes y verdosos. Matthew estira la mano y Pink Princess, dando cuenta de él, avanza hasta quedar en esta. Dando algunas pequeñas vueltas.
—Es fascinante.
—Es un pez raro. —responde sorprendido de ello. Hasta ahora, no lo había hecho con nadie ajeno al entorno o familiaridad de Namjoon. Véase Sunmi, los niños, Jimin, Yoongi.
—Tal vez, pero no deja de ser inmensamente fascinante—musita en voz baja—. La energía que va y viene, forzándose a regresar tan desesperadamente, tan igual y a pesar de no recordar más allá, tener su deseo primordial—Pink Princess regresa hacia Namjoon, frotándose con la mejilla derecha de este—. Y cumplir lo que motivó su elegante retorno.
— ¿Disculpa?
—Nada ¿Dónde está la Anfitrite? Quiero hablar con él, es importante. —Namjoon suelta el aliento.
Matthew siendo raro es cosa usual. Sobre todo saliendo de Mul. Evento que no suele suceder a menos que tenga consciencia de las intenciones globales de quienes lo invitan o una motivación enorme. Levanta de su asiento y Pink Princess se acomoda entre el cabello del consejero. Matthew resiste reírse de esta capacidad de acoplamiento.
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Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin
Fiksi Penggemar"Anfitrite que su corona siempre ha de llevar, es rey del mar. Un poder sin igual: Prendar al que tiene al océano en su mirar y ahí siempre nadar para enamorarlo cada vez más. El océano les pertenecerá por la eternidad." Long-fic. Atlantic!AU Pairi...