La comida continúa a su ritmo usual, con todos queriendo evitar que la Anfitrite está ahí, su presencia siendo más pesada y fría de lo que ha sido nunca. Los únicos que se declaran ajenos a ellos son los que están bajo su mando. Sabiendo perfectamente que esto no iría contra ellos y que están a salvo. Su Jarl, como mucho, los pondría en misión suicida a matar a todos aquí y siendo como son las cosas, tampoco les parecería mala idea.
Leedo apenas pone un pie en el gran salón cuando da cuenta de que, aparte de la extraña tristeza que hay en el océano, el ambiente frío y hostil que hay donde debería mayor paz. Es un momento y lugar de comida. Nada debe de generar esta clase de sensaciones. En la mesa se sorprende de ver a Jimin ahí. La forma en que luce.
Los ojos entrecerrados, el cabello rosa combinando con sus labios y la piel pálida de marfil. Recuesta en su asiento y toma de su comida en tanto que la Anfitrite come en calma. Usando sus anillos de garra para apenas moverse. Leedo se aclara levemente la garganta.
— ¿Te recuperaste? Siendo que no saliste ni a comer. —cuestiona, como quien habla con su hijo adolescente en la peor etapa de la vida: Ser un adolescente. Jimin entorna los ojos hacia él y Leedo se endereza, girando la cara al frente. Intimidado por la gélida mirada que recibe de esas irises verdes. Casi punzante y peor que un par de dagas.
—Piensas hablar con tus comandantes después de comer ¿No es cierto? —Leedo da una respuesta afirmativa, muy bajo y algo derretido en su silla—. Estaré presente. Supongo que no te será molestia.
—Un poco. Quizá porque a ti no te guste que Taehyung esté.
—Me he tragado su presencia en momentos peores.
No se dicen nada más. Tanto Taehyung como Leedo intimidados por la aplastante presencia de Jimin a su lado. Resulta muy incómodo. Que, de alguna forma, su rabia está discreta y reprimida hacia adentro de sí mismo, pero es perfectamente perceptible como va hacia ellos dos. Leedo apenas puede distinguir que el collar está extraño. La piedra luce más pequeña.
Espera que no se haya roto. Aparte de que no hay ninguna más en el océano –que él sepa-, esa cosa es invaluable. Tanto el collar como la gema y sería una señal voluminosa a que Jimin quizá sabe más de lo que cree. Bebe con nervio de su cerveza. Desviando la mirada hacia un lado.
Si va a estar presente en la reunión con los generales, tiene por seguro de que tampoco harán demasiado. Como en esta semana entera sin movimiento de ningún lado.
~ * * * ~
— ¿Cómo te sientes?
—Mal.
Su respuesta parca hace a Suran morderse los labios antes de atreverse a acariciar el rostro de Yoongi para quitar el cabello. Contiene el aliento, apartando la mano. Desconoce si es impresión suya o efectivamente es así, pero la cicatriz luce mucho más viva de lo que recuerda.
Dando la idea de que es una herida de hace muy poco tiempo en lugar de meses de distancia. Yoongi dirige su mirada hacia ella, notando la reacción escandalizada y ligeramente asqueada ante la vista de su cara. Vuelve la vista arriba.
—Se supone que mi hijo vendrá para la próxima semana y yo no hago más que empeorar.
—Eso es por cuenta propia—Agrega Solar aproximándose—. Estás decayendo anímicamente de tal forma, que tu cuerpo se está debilitando. Tu último ataque de pánico había sido en tu adolescencia, en este largo trecho de tiempo te has sentido en confort y seguridad, con lo cual has estado sanado y ahora lo repites—menciona mostrando un largo historial médico—. No te estás permitiendo sanar y por tanto, caes en decadencia—La nereida luce genuinamente molesta y frustrada—. Comprendo que-
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Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin
Fanfiction"Anfitrite que su corona siempre ha de llevar, es rey del mar. Un poder sin igual: Prendar al que tiene al océano en su mirar y ahí siempre nadar para enamorarlo cada vez más. El océano les pertenecerá por la eternidad." Long-fic. Atlantic!AU Pairi...