32. En la carpa

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—En-entiendo que estés mal, también que no quisieras, pero-

—Sácalo de aquí. Vete de aquí. No vengas acá ni intentes-

—Yoongi-

— ¡ALEJATE!

Soonyoung empieza a llorar, asustado por las estalactitas de sal concentrada que salieron del suelo. Jimin lo carga hacia él, con el infante abrazándose a su cuello. Yoongi respira con demasiada fuerza, sin verlo y apenas siendo evidente entre la oscuridad de la carpa que ocupa. Jimin aprieta los labios.

—Sé que no estás bien. Sé que te duele, pero... No puedes hacerlo a un lado. Ya no tiene a Hoseok, no puedes faltarle tú también. —Indica con un pequeño quejido, incapaz de comprender lo que Yoongi menos quiere: Que Soonyoung esté cerca de él y lo mire.

Lo quería a salvo, bien y es todo. No "asustarlo" con su rostro desfigurado.

—Vete de aquí.

Una capa gruesa de sal lo recubre, impidiendo que pueda ver nada. Jimin se muerde el labio inferior, acomodando a Soonyoung en sus brazos y saliendo de la carpa sin más remedio. Yoongi se ve en el reflejo del cristal, pasando los dedos por la cicatriz que le arde y se siente como carne al rojo vivo. Baja la cabeza. Lo hice llorar. Exhala, andando hasta echarse en la cama y envolverse en mantas, con estalactitas picudas y peligrosas formándose en torno a la pequeña cúpula traslucida.

No quiere a nadie cerca.

No quiere que nadie lo vea.

No quiere que nadie sea capaz de decir lo obvio: Lo mucho que quiere abrazar a ese bebé de risa despampanante y gesto divertido. Porque es su pequeño con Hoseok y poco más hay que le importe más en la vida en este momento.

. . .

—He de suponer que no quiso—Jimin niega con la cabeza—. Yoongi siempre ha sido un necio de cuidado, ahora solo está peor a lo natural. No se preocupe, ya hallará la forma de convencerlo. —afirma Jackson palmeándole el hombro. Jimin exhala, recostando la mejilla en la cabeza de Soonyoung.

—Si me apartaran tanto tiempo de Wooyoung, lo que más querría es abrazarlo. No entiendo por qué ni siquiera hace eso. —admite. Aun si no quiere que Soonyoung lo vea ¿Por qué no cargarlo?

Por qué no aprovechar la penumbra para hacerlo, algo tan simple, tan mínimo, pero que genera un cambio significativo en él. Soonyoung tal vez no escuche su voz, pero es muy capaz de diferenciar la forma de los latidos de un corazón. Hasta donde Jeonghan le ha contado, Yoongi solía estar mucho con él a pesar de todo. Cargándolo para dormir o solo quedarse con él en brazos.

Soonyoung podría escuchar ese latido tranquilo y lento propio de un tiburón. Del mismo que lo cuidó en su tiempo de invidencia. Con un abrazo, un gesto ¡Lo que fuera! El luto de todos es distinto, es lo que arroja su mente como respuesta, empatizando al máximo posible con su cuñado.

—Iré con Jungkook. Yoongi no va a escucharme. No voy a poder convencerlo hoy. —Concluye en un murmullo y tristeza palpable.

—Es la carpa más grande. Pase buena noche. Jeonghan ya la está pasando.

Inclina y asoma a un lado, encontrando a su sirviente encima del general del ejército. Aguanta la risita al ver como Jeonghan lo empuja hacia una de las carpas, siendo esta cerrada de forma tosca y violenta.

—Pasa buena noche tú también, Jackson... Gracias por todo. —dice con una pequeña sonrisa. Jackson niega con la cabeza y las manos en la cintura.

—Todo por mi Anfitrite. Buenas noches.

Jimin camina a través de las carpas, algunos soldados se reverencian al pasar, otros lo recomiendan no estar fuera para evitar que le pase nada. Nunca está de más el exceso de precaución aquí. Agradece a cada tanto hasta llegar a la carpa más grande y voluminosa de todas. Una vez entra ladea la cabeza, encontrando a Jungkook con Wooyoung encima, jugando en morderle el cuello con los labios.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora