82. Preparativos y relatos

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— ¿Hablaste con Poseidón? ¿Directamente? Wow...

—Fue menos impresionante de lo que esperaba, en realidad—admite Jungkook rebuscando en los cristales de colores. Está haciendo un vitral nuevo y hablando con Yoongi al mismo tiempo. Su hermano ha querido saber qué es lo que sucedió realmente en Zákynthos—. Nuestra conversación fue algo corta. No paraba de decirme lo mucho que nuestra familia le gusta.

— ¿En que sentido?

—El carnal.

—Ah.

—Fue desagradable—Continúa con gesto indiferente—. Lamentaba nuestro sexo debido a que así, no podía reclamarnos. Que a pesar de haber perdido la oportunidad en nosotros, Jimin resultaba la mejor compensación—Yoongi arruga la cara con desagrado. Sabe que Poseidón no es precisamente el dios del que más deben esperar, pero sin duda algo mejor que esto cabia por anhelar—. Que si perdia, debía quedarme en su villa—Detiene lo que hace y mira afuera—. Como un espectro débil, a su voluntad.

Yoongi se acerca, notándolo afectado por lo que dice. Es extraño. Su hermano llega a ser sensible por momentos. Varios de ellos. No obstante, jamás lo ha notado así en relación con alguien que es un enemigo en combate. No se imagina como habrá sido su actitud en contra del personaje.

—Nunca me sentí así de vulnerable en mi vida. Fue tan extraño. tan... horrible—Toma un cristal azul—. El dios que he idolatrado toda mi vida, fue quien casi me mata solo para tenerme como prostituta personal. La decepción es incomesurable. —afirma colocando el cristal.

—Pudiste con él. Es lo que importa.

—No pude. Me cortó al pierna, casi me mata—replica Jungkook en voz baja y Yoongi arruga la cara ¿Cómo está aquí entonces? —. Esperé más de mí mismo, más de lo que debía aspirar. Por eso casi pasa.

— ¿Qué aspirabas?

—Ser él.

— ¿Um?

—Me dijo que si ganaba el combate sería un dios y—Una sonrisa ilusionada surge en su rostro—. Lo quería con tantas fuerzas. Pensé en tantas cosas que eran fenomenales. Obviamente eso es otro nivel que no iba a alcanzar. No sin el tridente. Que es un traidor terrible.

— ¿Cómo esperabas que funcionara contigo? Es su tridente-

— ¡Me iba a matar ¿Vale?! AHÍ NO ESTABA PARA PENSAR BIEN—reclama abochornado de la risa de su hermano—. De la forma en que sea, supongo que haber caído en cuenta de la realidad fue lo que me llevó a ganar. Indiferentemente a que me estaba desangrando, sin una pierna, la cara hecha un desastre, el cabello corto a tirones y mil cosas más que por suerte solo Jimin vio. —Se aparta el cabello de la cara y Yoongi ríe.

—Lo que importa es que estás bien, estás a salvo y que ya todo terminó—Exhala el príncipe, cruzado de brazos—. La verdad, me dolió tanto pensar que estabas muerto.

—Que buen chiste.

—En serio.

—Creí que sería una cosa más que-

—Jungkook—Interrumpe—. Jamás has entendido lo mucho que te amo ¿No es cierto? —Frunce las cejas e inclina la cabeza—. Supongo que no. Tampoco entendía cuanto quería a Hoseok, no soy bueno en mostrar lo que siento.

—Eso todos lo saben de sobra, Yoongi—burla con ligereza—. Y somos hermanos. Es natural que sientas cierta añoranza por mi si falto. Pasaría lo mismo para mí, supongo...

Guarda silencio un instante. A decir verdad, nunca se ha planteado que sentiría si Yoongi muere. Nunca lo ha pensado. Es una posibilidad tan remota que la descarta. Añadido a eso ¿Para qué pensarlo? No hay conflicto fuera, no hay conflicto entre ellos ¿Para qué amargar sus pensamientos?

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora