Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin

50. Promesas a solas

—En realidad no pude ver casi nada. BamBam me hizo esconderme en una habitación segura con él custodiando. Me llevé un susto horrible porque uno logró entrar, pero él lo acabó sin casi problema—cuenta Lisa, mordiéndose los labios—. Me hubiera gustado ver a tu esposo peleando. Debió ser una buena vista.

—Deja de estar mirando a mi esposo cuando le tienes el ojo montado a tu guardaespaldas—Recomienda Jimin, consiguiendo largos e inentendibles balbuceos de su hermana mayor—. Ya le dices BamBam, impresionante—Ríe burlista—. Intenta no distraerlo demasiado, aún tiene que cuidar de ti—Lisa continúa con sus intentos pobres y torpes de convencer a Jimin que no es lo que cree—. Por cierto, si alguien se llega a enterar, él también es un noble. Te llamo después.

—No me puedo creer que BamBam consiguiera enamorar a tu hermana y ella a él. Con lo odioso que se ponía hablando de los terranos, como le desagradaban y que sus mujeres no atraían ni un resfriado. —Jackson niega con la cabeza, altamente decepcionado de la hipocresía de su compañero.

—Mi hermana es un encanto. —dice Jimin con simpleza, saliendo de su estudio con Jackson tras él.

—Uno de los grandes, de otro modo, no me explico—Jimin da algunas risitas—. Finalmente estamos un par de pasos por delante. Ya no se siente como si estuviéramos perdiendo. —comenta Jackson balanceando el brazo.

—Quisiera estar de acuerdo contigo, pero sigo teniendo la impresión de que no estamos ganando. —dice en voz baja y suave. Jackson resopla, sabiendo que lo toma desde el punto en que sigue envenenado y no ha avanzado nada con la traducción del diario.

Debe hacerla él solo, apenas intenta que Namjoon lea lo que pudo transcribir, le resulta imposible al consejero leer lo escrito. La información mejor defendida del océano si le toca a cualquiera de los cuatro opinar. Jimin mira por las ventanas. Hay peces y animales nadando de aquí para allá fuera. Tiempo tranquilidad en el palacio.

Detiene a poco de pasar por el pasillo que da al jardín.

—Podemos ir por otro lado. —Da media vuelta, dispuesto a dar toda la vuelta para llegar al ala médica. Hoy le pondrán a Jackson su prótesis. Retrasó su ida para saber cómo estaba todo en Corea. Jackson asiente, sabiendo que como todos los demás, ese pasillo nadie lo quiere transitar ni lo hace.

Sin venganza, la imagen continúa ahí, congelada e impuesta por el palacio para recordar que aún tienen dos cabezas que vengar.

. . .

—Mingi nos da hachas, Mingyu nos da tridente y la Anfitrite nos da lanzas ¡No sé qué arma usar! ¡TODOS ENTRENAN CON ALGO DISTINTO!

—Te ayuda a ser versátil—dice Namjoon sin ver al niño y sin prestar demasiada atención a su enorme crisis existencial—. Aprende todo, luego verás cuál es tu especialidad. Puede que seas más de arco y flecha que armas de corto alcance. —Pink regresa a Namjoon, teniendo en su boca un pequeño pedazo de tela que Sunmi hizo para él: Una falda. Consigue que sus aletas se vean más voluminosas, largas y grandes de lo que son.

Estando dónde está, es imposible para Namjoon ver nada. Acaba por tomar la tela y al pez para ponérselo. Hueningkai ladea la cabeza, viendo la escena y recordando por un breve momento las veces que Namjoon le ponía collares a Jin. Jin quieto y dando algunas risitas porque le hacía cosquillas.

Pink Princess suelta cuantiosas burbujas. Suspira, con una sonrisa débil. A veces, gracias a Pink Princess, tiene la impresión de que su papá sigue aquí y lo hace feliz. Lo hace sentir acompañado y que a pesar de todo, incluso con la muerte, ha cumplido con la promesa que hizo al momento de adoptarlos.