Anfitrite: Ocean Eyes || KookMin

77. Amar sin igual

—Hay estrellas cayendo del cielo.

Jimin levanta la mirada, notando como varias estrellas dejan un brillante camino a su paso. Desvía la atención hacia Jungkook, que sonríe ante la limitada lluvia de estrellas. Suspira encantado, ladea la cabeza y consigue admirar los ojos de Jungkook. Llenos de interminables luces que lo fascinan y hacen lucir como un niño que ha visto el cielo por primera vez.

—Con suerte, quizá veamos muchas más antes de irnos. Lluvias de estrellas, me refiero. —dice Jimin y Jungkook asiente.

—Quiero que Wooyoung lo vea.

—Ummm Lo verá seguramente.

—Así sabrás de dónde vienes—Jimin exhibe confusión—. Para mí eres una estrella que cayó del cielo, directo hacia la Atlántida, a donde realmente pertenecías—Jungkook arruga la nariz y Jimin se recuesta de él—. Es una realidad.

—Que tonto eres, claro que no. —responde suave y enternecido.

—Si no eres una estrella ¿Cómo explicas que lograras todo lo que has hecho?

—Diría que también eres una estrella—musita viendo el cielo—. No has pensado alguna vez que... Quizá el cielo y el océano son lo mismo—Jungkook frunce las cejas—. Quien surgió primero, quien surgió después. Quien es y quien imita—suspira Jimin—. Las estrellas así parecen sirenas nadando. Jugando en el mar ¿No crees? —Asiente y luego mira el mar. Mar de leche. Con brillantes destellos azulinos en la orilla—. El cielo o el mar... a veces me pregunto si podré nadar en el cielo alguna vez, porque al final, es igual que el océano y deseo explorarlo.

—Curiosas ambiciones, cariño. —comenta Jungkook.

—Tonterías mías.

—Yo lo encuentro adorable.

—Umm...

Continúan andando, a un par de metros de lo que será la habitación que ocupen lo que resta de semana.

1. Heredero reconocido

Wooyoung mira por la ventana, estando acostado en su cama. Esta es la primera vez en la que se detiene a mirar el cielo nocturno. Despejado y llenos de pequeñas estrellas cual fluorescencia marina. Moquea, llevándose las manos a la cara. Quiere que sus padres estén aquí. Le da miedo sentirse tan solo.

Tiene a Jeonghan. Sabe que está ahí, pero quiere a sus padres ¿Por qué se fueron? ¿Por qué no podía abrazarlos? No lo entiende. Aquí no hay peces que vengan a acompañarlo. Está en una habitación llena de aire y aun si hubiera agua, no hay peces ¡No le gusta este lugar! No se parece en nada a su hogar.

Quiere volver ahí.

Quiere a sus padres.

Quiere a su tío de marquita en la cara.

Quiere jugar por ahí con su hermano Soonyoung.

Quiere jugar con sus amigos grandes.

¡Quiere muchas cosas y no está obteniendo ninguna! Frota su cara, gimoteando. El cabello rizado queda fuera de su rostro, revela la marca que quedó en la frente de Wooyoung. Solloza, a poco de iniciar uno de sus extendidos y escandalosos lapsus de llanto.

Al mismo tiempo que esto, una figura sale del agua. Hecha de la misma, avanzando por el palacio e interrumpiendo el paso de las personas que lo transita. Jiyong frunce el entrecejo, sin comprender por qué un caballo formado de líquido está transitando su palacio. Seonghwa y S. Coups que lo acompañan quedan con la misma confusión.

—Espere, alteza, por favor—pide S. Coups. Seonghwa estuvo a poco de llamar a la guardia—. Es un caballo.

—Sí, lo veo ¿Qué tiene eso de especial?