3. Confusiones Internas

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El choque de metales hace un tintineo, con una ligera onda por la fuerza en la que fueron chocados. Jeonghan presiona más su tridente contra Mingi, intentando derribarlo. Su intención queda fallida cuando el menor gira su arma, tuerce los brazos del sirviente, hace una barrida con la pierna y lo tira al suelo. Coloca le filo de su lanza en el cuello del pez koi que quejumbra desesperado.

— ¡ESTO ES IMPOSIBLE!

—Haz mejorado mucho, considerando que antes no tardaba ni dos minutos en tirarte—silba Mingi dándole la mano para ayudarlo a levantarse. Jeonghan frota un poco los costados de sus muslos—. Sin embargo, he estado olvidando algo muy básico y puedo sentir que me van a regañar por esto.

— ¿El qué? ¿Es una forma para que no me tumbes a cada rato? Dime. —Pide casi desesperado hacia el menor.

—Olvidó algo sencillo—Indica Jimin levantándose de su asiento con Wooyoung en brazos. El bebé de un mes que no para de hacer ruidos con la boca y querer moverse. Para ser tan pequeño es muy activo. Para Jimin es un encanto—. Y es que tú eres un pez koi.

— ¿Y eso que tiene? —cuestiona confuso.

—Que, por naturaleza, tus movimientos no van a ser tan fuertes ni contundentes—Entrega el bebé, Jeonghan lo carga como siempre y solo consigue probar el punto que Jimin está por decir—: Eres una especie delicada que en poco o nada puede destacar en un estilo como el de él. —Señala con las manos juntas frente a él.

—Oh...

—No te preocupes. Hay estilos para todo el mundo. Posiblemente el mío te siente mejor si yo te lo enseño. Mingi hace lo que puede y me alegra saber que puede ser buen maestro—El niño se abochorna, sonríe feliz del elogio—. Ameritas alguien que te enseñe a mover el cuerpo de manera apropiada y saber los puntos clave.

— ¿Puntos clave?

—Si—Avanza hacia Mingi—. Aquí haces que los músculos del brazo de debiliten—Mingi queja por el golpe cercano a la base del cuello—. Aquí a la pierna—Da en la cintura de forma muy exacta—. Y aquí acabas por dejar en la inconsien- Ay, perdón—Mingi está tirado en el suelo—. Hay muchos más lugares y puntos específicos. Lo tuyo puede que no sea el tridente, sino un arma más corta o de plano, tus manos.

—Puede ser. —Apoya a Jimin en su pensamiento y es que tampoco se ve peleando como Seungcheol –o Mingi-. Él es muy musculoso, aunque no se llegue a notar con ropa. Sabe perfectamente de su contextura ancha y engañosa a los demás.

No es como él en lo más mínimo. Fingir que si es un error tremendo que a la larga traería más complicaciones a sus prácticas. Debe hallar su propia forma de pelear. Una corriente en al que se adapte a su naturaleza para explotarla al máximo.

Jimin sonríe dulcemente. Jeonghan está tomando muy diligentemente las clases para poder ser un soldado. Uno que tendría la tapadera de un encantador sirviente. De momento y por fortuna no ha sido necesidad esa función. Con permanecer cerca de Jimin, Wooyoung y Soonyoung ha sido más que suficiente. Pues es obvio para todos que Leedo pretende hacer algo, no obstante, estos actos deben ser en total secreto.

Tener un testigo, por más irrelevante que sea, lo arruinaría.

Salen de la sala de prácticas cuando Mingi recupera la consciencia. Escuchan mucho escándalo y por pura mala suerte se topan con los líderes de otros pueblos. Los aliados de Leedo. Lucen extrañamente felices el día de hoy, cosa que no le da muy buena espina a Jimin. Uno de ellos se acerca a él con la intención de palmearle la espalda y otro, para ver al bebé.

Sobre decir que Jimin evita el contacto con vehemencia, acabando con estos guiándolos al gran comedor. Hay uno de ellos coqueteando con Jeonghan. El sirviente responde ameno y complaciente. Con una idea en mente de forma obvia. Una vez en el gran comedor sube al lugar que ocupa siempre.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora