64. Futuro incierto

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Sale con cuidado de la habitación, evitando despertar a Sunmi que aun duerme. Se hace el cabello para atrás y bosteza, iniciando marcha a su estudio. Últimamente, sin nada de potencial peligro o urgencia que tratar, se ha dado la libertad de hacer un diccionario para Jimin. Siendo él el único capaz de leer el diario de Siyeon y sus escritos, la ayuda que puede proveer es esa.

Un poco pobre debe decir, peor es nada, se convence de ello constantemente. Le da una última ojeada. Siendo enorme. Se demoró un largo tiempo en armarlo, en buscar los distintos idiomas africanos que pudieran ser y de ese modo hacerlo un libro muy completo. Después iría a la biblioteca y aspira que sea útil para otras generaciones. Sin tiempo de salir de su estudio, Yoongi entra.

— ¿Se le ofrece alto, alteza? —pregunta tras hacer una pequeña reverencia con la cabeza. Yoongi se acerca y abre la boca, sin decir nada por dar cuenta de que Pink Princess empieza a flotar panza arriba. Namjoon se cubre la cara con una mano—. Lo siento, cada vez está más tonto y no deja de hacer eso.

— ¿Seguro que no se murió?

— ¿Qué? Nono, es un pez muy joven, aún le quedan como... ¿Quince años de vida? No lo sé.

—Los peces betta solo duran cinco a lo mucho. —Le recuerda, en caso de que ese detalle tan pequeño y triste se le escape. Por más que Pink Princess sea un encanto de aquí allá, no va a durar mucho. Su esperanza de vida es muy corta aun con los mejores cuidados.

—Le hice un examen hace un tiempo no muy largo—Pink Princess choca con el techo y espabila, apurándose en ir abajo a la mano que Namjoon estira—. El cálculo de su esperanza de vida es la de entre quince y veinte años. Es muy raro en un pez betta, pero él ya es raro por si solo así que...— Niega con la cabeza.

Pink Princess es un caso rarísimo que no lo molesta o entristece. Diría que le gustaría tenerlo toda la vida. A este punto, es como tener un perro. Con la diferencia de que los juegos con él implican solo darle de comer y que se frote contra su cara y cuello. Básicamente un perro que no ladra y tiene aletas. Yoongi balancea la cabeza, no está mal.

—Debe ser uno de esos peces que entran por accidente en rituales. Tienden a extender su esperanza de vida así. Son como... peces mágicos. —Concluye Yoongi y Namjoon asiente. Alisa las largas aletas rosas—. Asumo que mi hermano ya te habló de la visión que tuvo Jimin.

— ¿Sobre la muerte de ustedes tres? Sí. De hecho, me lo dijo a mí primero. Me sorprende que también se lo contara. Creí que querría resolver ese asunto el solo—burla Namjoon con tono jocoso, dando un impulso a Pink Princess para que nade alrededor—. No obstante, encuentro acertado que usted también lo sepa. Tal vez puedan darle el giro que se ofrece.

—No sé cómo hacerlo. Por más que le doy vueltas en mi mente, no entiendo como siquiera eso va a suceder o cómo vamos a librarnos de ello—Yoongi jala de forma nerviosa el cordel que cierra su ropa a nivel de cintura. Notablemente alterado y con la sensación de que no tiene muchas opciones en esta ocasión—. Entonces medité que solo con palabras, a veces no tenemos como figurarnos un panorama completo ¿Has visto algo con lo que nos podamos ayudar?

Namjoon parpadea repetido y ladea la cabeza.

—Sí he visto algo, pero es muy difuso. Además de que, en todas ellas, hay sangre de por medio. Sangre negra—Especifica Namjoon—. Lo que me da a pensar que tal vez usted también acabe contaminado—Yoongi se muestra sorprendido ante la acotación—. Y en ello, se encuentre el destino fatal.

—La alternativa seria...

—La famosa villa de Poseidón que aún no tenemos ni la más remota idea de dónde está. En efecto. —Yoongi se muerde el labio inferior, negando con la cabeza—. Lo que más llama mi atención, es que se dio la posibilidad a una salvación. Eso no suele suceder. Ese reto a cambiar el fatalismo con el que los destinaron, quiere decir que esperan algo de ustedes. Que superen las expectativas.

Anfitrite: Ocean Eyes || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora