- ¿Preocuparse, por mi?...
No podía evitar que las palabras del Hanyo hubieran tenido tanto peso en su mente.
- ¿Se preocupaba por lo que podía hacerle a todos o porque realmente le preocupaba mi bienestar?.Un grito de reclamo llamó la atención de ambos. Kunai se encontraba completamente empapado cuando voltearon a verlo, el agua escurría de entre su cabello y ropa mientras que su hermana reía al igual que los otros dos chicos que la habían acompañado.
- ¡No hacia falta. Ya había despertado Katana!.
- Solo quería asegurar.
- ¿Asegurar? ¿¡Asegurar?¡ ¿¡Asegurar qué?!.
- ¡Asegurar de que no se te ocurra andar acosando a cualquier persona que se te pase enfrente, tarado!.
Ante aquella mención por parte de su hermana, Kunai ladeó la cabeza hacia donde se encontraban Dakotsu e Inuyasha. Hacía memoria de lo que había ocurrido antes de que el agua cayera sorbe él, al recordar lo ocurrido, soltó un gruñido y sin mencionar alguna otra palabra, de retiró del lugar a una gran velocidad dejando atrás una nube de polvo.
- ¿Alguien puede explicarme qué pasó aquí?.
Preguntó el hanyo rascando levemente su mejilla, estaba confundido al igual que la pelinegra, la cual se había retirado de las espaldas de él para observar lo que ocurría.- Estábamos cazando y encontramos un frasco enterrado bajo algunas rocas. Kunai fue a revisar pero tan pronto lo levantó para olerlo, el recipiente se rompió en sus manos liberando una especie de polvo oscuro.
Explicó la chica refiriéndose a lo que había ocurrido con su hermano. Al principio sonaba seria, pero luego una pequeña risa escapó de sus labios.
- Al parecer inhaló demasiado de aquella cosa y eso fue lo que hizo que actuara extraño. Primero fue tras estos babosos, entonces fui a por una cubeta y lo llené de agua. Lo curioso es que Kunai no tiene problemas en mojarse, pero esta vez salió huyendo como gacela y nosotros detrás suyo. Luego ya conocen el resto de la historia.Inuyasha estaba serio. En otra ocasión se hubiera burlado de la falta de inteligencia del hijo de Kouga, hubiera dicho que salió a su padre y un montón de cosas más, pero la situación planteada ante ellos era bastante inusual.
- ¿Aún poseen los restos de esa cosa?.Los chicos asintieron y colocaron un pedazo de tela doblada en el suelo. Dakotsu desde su sitio observaba en silencio a la par que el albino se acercaba y retiraba el doblado de la tela, la cual era del color de la tierra clara pero que al contacto con el objeto había cambiado a un tono negro.
- Parece alguna especie de veneno. Deducimos que puede tratarse de una mezcla antigua pero muy fuerte.Dakotsu abrió los ojos en pares grandes. Ella sabía de lo que se trataba sin siquiera acercarse, aún podía sentir una leve energía proveniente de los fragmentos de aquel frasco.
- Esto me trae malos recuerdos.
Mencionó Inuyasha llamando completamente la atención de la pelinegra. ¿Era posible que él también se haya dado cuenta?. Sin mediar otra palabra, volvió a doblar la tela sin cuidado y la tomó entre sus manos.- ¿Qué harás con eso?.
Preguntó Dakotsu a la vez que trataba de que su ansiedad no se notara.- Puede que esto le haya pertenecido a uno de los 7 guerreros, si es así, significa que algunos fragmentos de los mismos no han sido completamente destruidos y cualquiera podría utilizar eso para revivirlos.
Aquella mención puso en alerta a la pelinegra, la cual comenzó a caminar detrás del mayor mientras ideaba una manera de conseguir lo que llevaba en manos.- ¿Quién?.
Preguntó la joven fingiendo inocencia e interés.El Hanyo no se detuvo, pero aún así no se quedó callado ante la pregunta.
- Mukotsu.
ESTÁS LEYENDO
La 8va
Fanfiction7 Guerreros. 1 Secreto. 1 Vida Falsa. 1 Chica. 1 Destino. Al abrir los ojos, te das cuenta de que tu vida no se basaba en lo que creías. A lo largo de tu vida, te han hecho creer algo que no es. El destino te lleva lejos, a encontrar para qué fuiste...