Al llegar el medio día, su estómago comenzó a retorcerse por falta de comida. Había pasado toda la mañana hablando con el monje Miroku sobre lo que ella recordaba; no era mucho, pero lo que más recordaba era dolor por sobre todas las cosas.
No permitieron que saliera, a pesar de que la anciana Kaede insistía en que tenía que darle algo de aire para que se le quitara lo pálida.
- ¿Cómo te sientes?.
Preguntó la sacerdotisa una vez que la chica terminó su sopa.Tenía tanta hambre que hubiera comido cualquier cosa que se le atravesara en frente, pero sentía que tampoco podía formar su estómago.
- Bien.
Respondió suavemente.
- Aún me duele un poco, pero ya no como cuando desperté.En ese momento, Kagome recordó la forma tan rápida que la chica había sanado. Sus heridas eran tal, que no había posibilidad alguna de que ella despertara antes de un mes aproximadamente.
- Vuelve a acostarte. Te sentirás mejor así.
Dakotsu asintió y se acomodó sintiendo como algo quemaba en su interior, al principio creyó que sólo se trataba de la sopa, pero cuando la sacerdotisa cruzó el umbral cerrando la puerta tras ella, la chica se sentó en su sitio y comenzó a toser.No salía sangre, ni nada de la comida que había ingerido anteriormente; era una simple tos seca, pero que hacia quemar su garganta.
- Agua...
Pensó observando a su alrededor y divisado un vaso con agua que al parecer había llenado la sacerdotisa antes de salir.Bebió de ella hasta el fondo, sin embargo, no cambiaba el hecho de que necesitaba refrescar aquel ardor.
No sabía cómo, pero pudo oír el fluir de un río a pesar de que se encontraba al otro lado del bosque. Su interior pedía a gritos beber de él.
Hizo una mueca y se puso de pie. No tenía tiempo para hacer caso a las palabras de la sacerdotisa, necesitaba beber agua fresca y sentía que si no lo hacía, se ahogaría en el fuego que ahora comenzaba a quemar todo su cuerpo.
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La 8va
Fanfiction7 Guerreros. 1 Secreto. 1 Vida Falsa. 1 Chica. 1 Destino. Al abrir los ojos, te das cuenta de que tu vida no se basaba en lo que creías. A lo largo de tu vida, te han hecho creer algo que no es. El destino te lleva lejos, a encontrar para qué fuiste...