Capítulo 34

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¿Qué podrías encontrar en una vieja tumba? Fácil, tal vez algunos restos que pudieran quedarte a completar tu cometido pero... ¿y si los cuerpos que anteriormente estaban en dicha tumba ya no se encuentran allí?.

La mente de Dakotsu divagaba observando la que alguna vez había sido la tumba de los 7 guerreros y volvió a preguntarse, ¿dónde habrán quedado sus restos? ¿Ella también terminaría olvidada en el tiempo luego de morir?.

Al ingresar a la cueva, no encontró más que fría soledad brindándole compañía.

Ni siquiera la pequeña niña albina se había adentrado con ella y eso le molestó un poco ya que ¿cómo encontraría lo que se supone tenía que buscar?.

- Podrás sentirlo...
Comentó algo en su interior, su propia voz, más se trataba de una con bastante seguridad. Decidió seguir el consejo.

"Lo que muere siempre deja algo atrás al convertirse en polvo, no importa cuántas veces renazca y vuelva a morir, el lugar donde nuevamente perezca recibirá una parte suya. Es parte de la vida y la muerte."

Y si las piezas de los muertos pudieran hablar, un destello pequeño respondió a su llamado...

- ¿Qué es esto?...
Se preguntó a sí misma a la par que sus escasos pasos se acercaban al objeto... o mejor dicho, a los objetos de fina longitud que descansaban sobre una roca oscura.
- Hilos metálicos

No podía mencionar o describir lo que sintió en ese momento, al principio había creído que ingresar en aquella cueva sería una pérdida de tiempo, más al encontrar aquel primer indicio u objeto, con manos temblorosas acercó sus dedos a los mismos y tomó las hebras metálicas.

- Renkotsu

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