- Aquí vienen. Aquí vienen. Aquí vienen.
Mencionó Jakotsu con una emoción palpable llegando hasta la cima de la montaña donde se encontraba la mansión.
- Incluso mi querido Inuyasha ha venido. Se ha vuelto más guapo desde la última vez que lo vi.- Silencio.
Dijo la chica en un tono firme. A lo lejos, vislumbró a Mukotsu preparándose y junto a él, una de sus proyecciones haciéndole compañía.La función de las proyecciones era llamar la atención de los recién llegados y confundirlos, haciéndoles creer que se encuentran con la Dakotsu correcta, llevándolos así hasta el centro del prado al pie de la montaña. Donde estarían los demás esperando para una emboscada.
Nuevas proyecciones aparecieron a sus lados, cada Guerrero se dispersó hacia los costados seguido por una proyección de Dakotsu. Quedando ella sola y en compañía de Bankotsu en la cima de la montaña.
- ¿Me dirás qué es lo que te tiene tensa?.
Preguntó el Guerrero cruzándose de brazos y mirando a lo lejos, donde poco a poco la neblina comenzó a expandirse dentro del bosque.Dakotsu también observaba, sonriente el cómo sus proyecciones se metían dentro de la neblina sin ser lastimadas por la misma y con la intención de confundir a quienes fueran que habían llegado.
- La venganza es un plato que se deja hasta el final, no porque tarde mucho en ser preparada, sino porque lo mejor siempre viene al final.
Bankotsu no lo comprendió. Pero una especie de mueca torcida apareció en su rostro. ¿Estaba preocupado? Quién sabe. Ni siquiera él mismo sabía lo que pasaba por su propia mente y corazón........
Kouga y Ayame comandaron dos escuadrones, llevándose cada uno a uno de sus hijos y a un grupo grande detrás de ellos. La mayoría jóvenes y uno que otro adulto. Algunos jóvenes, a pesar de haber perdido a sus padres nada más hace unas pocas horas, habían decidido también unirse a la manada.
Kouga soltó un suspiro mientras que su grupo se dirigía hacia el extremo izquierdo de donde el bosque se hacía menos espeso, por donde entrarían dejando al grupo de Ayame llegando por el extremo derecho, mientras que el de Inuyasha y Kagome irían derecho y a través del corazón del bosque.
- Padre. Tengo un mal presentimiento.
Mencionó Katana siguiendo de cerca al mayor. Kouga también tenía un mal presentimiento, pero no estaba seguro de qué se trataba.Mientras tanto con Ayame, ella tenía la mirada seria al mismo tiempo que su grupo la seguía a través de la dirección indicada.
- No puedo creer que hagamos todo ésto por una niña que no tiene nada que ver con nosotros.
Mencionó ella entre dientes, Kunai estuvo a punto de de aportar algo, pero la mayor volvió a hablar.
- Sin embargo, el hecho de que la perla de Shikon pueda estar involucrada nos mete en el saco a todos en general. Inuyasha y Kagome lo hacen más por esa niña, pero el que una nueva amenaza también haya surgido junto a ello... me parece algo sospechoso.Kunai la miró algo incrédulo.
- ¿A qué te refieres, madre?. ¿Insinúas que Dakotsu y la aparición repentina de la perla, incluso la de los guerreros y la yokai, pueda estar todo entrelazado?.Ella no respondió, pero sus ojos decían mucho más de lo que el joven estaría dispuesto a escuchar. Si era así, eso significaría que Dakotsu podría ser un enemigo.
Una especie de telón se levantó delante de sus ojos, una niebla mental que opacaba lo que había escuchado y lo que podría ser.
Ayame se dio cuenta de ello y miró a su hijo. Ella sabía que Kunai había comenzado a tener algunos sentimientos encontrados hasta ella.
- Todo esto podría ser una trampa, donde la mente maestra es ella.
Tan sólo piénsalo. Desde que ella apeteció, las cosas han sido de lo más extrañas y poco a poco van a peor.
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La 8va
Fanfiction7 Guerreros. 1 Secreto. 1 Vida Falsa. 1 Chica. 1 Destino. Al abrir los ojos, te das cuenta de que tu vida no se basaba en lo que creías. A lo largo de tu vida, te han hecho creer algo que no es. El destino te lleva lejos, a encontrar para qué fuiste...