La pelinegra se centraba en tararear más que en buscar dentro de aquella cueva.
Según historias contadas por los aldeanos, los 7 guerreros habían ocupado aquella cueva como tumba luego de haber sucumbido ante la muerte.
Habían causado destrozos inimaginables, habían matado a un centenar de personas; casi destruido todo... entonces, ¿porqué quería devolverlos a la vida?.
- Kanna, he encontrado algunos pedazos de tela, más hilos y algunos pequeños huesos. Pero ninguno transmite aquel aura que necesito para poder llevármelo.
Ya habían transcurrido un par de horas desde que Dakotsu se había adentrado en aquellas penumbras. Su intención era encontrar todos los fragmentos de los 7 guerreros así ahorrarse lo de ir a por ellos a cada lugar donde fueron asesinados tras su último despertar, más no había tenido suerte y comenzaba a preguntarse si sería necesario dejar la Aldea.
No quería hacerlo, de lo contrario, levantaría sospechas. En especial para Inuyasha, quien aún no la veía de buena manera.
Levantar más sospechas harían que la siguieran, hasta tal vez que acaben con sus planes... aunque pensándolo bien, estar allí comenzaba ya a acalorar su corazón con aquellos sentimientos banales, dentro de poco y si se descuidaba, terminaría por ceder ante ellos y hasta tal vez a desistir de su misión.
- ¡Encontré algo!.
Gritó la pelinegra, aunque no tanto ya que el eco hacía llegar a su voz perfectamente hacia el exterior donde esperaba la albina.Con sumo cuidado, movió unas cuantas rocas acercándose a lo que parecía ser una pieza de metal. Un tanto oxidada, pero desprendía una energía que la guió hasta elevarla entre sus dedos. Era como si supiera de qué se trataba, no era sorpresa, así era.
- Ginkotsu.
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La 8va
Fanfiction7 Guerreros. 1 Secreto. 1 Vida Falsa. 1 Chica. 1 Destino. Al abrir los ojos, te das cuenta de que tu vida no se basaba en lo que creías. A lo largo de tu vida, te han hecho creer algo que no es. El destino te lleva lejos, a encontrar para qué fuiste...