Dejó atrás la aldea donde había nacido, donde dió sus primeros pasos y donde creó una vida. Donde se suponía viviría feliz, hasta que todo esto llegó para dar un giro inesperado su vida.
Caminó largos senderos, caminos donde ningún alma daba pasos sin antes pensarlo siquiera dos veces; ella necesitaba ayuda, no sabía exactamente que hacer y cómo hacer para cumplir con su camino marcado. Aquel camino que ella no había elegido pero sentía la necesidad de seguirlo.
Pero primero, tenía que encontrarlo a él...
- Kohaku...
Ante la mención del nombre, una figura comenzó a materializarse en su mente. Allí estaba el único ser que se había salvado luego de ser utilizado por Naraku, y ahora ella lo necesitaba.Como el tiempo había pasado, Kohaku debería de tener como 30 años. Actualmente el seguía siendo un exterminador, sólo que está vez tenía una razón para su trabajo; su familia, la cual consistía de su esposa y un hijo de no más de 5 años.
Dakotsu lo localizó. El hombre que buscaba no se encontraba tan lejos de donde ella se hallaba, sólo debía seguir el rastro de la columna de humo que se elevaba en el cielo y llegaría a donde él se estaba encargando de erradicar a los demonios que amenazaban con destruir aquella aldea.
Al llegar, el caos había cesado y algunos aldeanos caminaban sin rumbo alguno observando los destrozos que el gran grupo de demonios habían causado.
- Jovencita ¿busca a alguien?.
Una anciana de una larga y blanca cabellera, se acercó a Dakotsu mirándola como cuando una madre mira a su vulnerable hijo recién nacido.La chica la miró con un pequeña sonrisa y asintió.
- Así es, estoy buscando al exterminador ¿lo ha visto?. Es importante.Ella asintió y tomó la mano de la chica para luego comenzar a adentrarse a la aldea. Dakotsu observó el como las personas se amontonaban delante de un gran árbol, murmurando cosas mientras que otros se arrodillaban y alababan a la persona que tenían delante.
- Kohaku.
Pensó ella mucho antes de ver su rostro, el cual apareció ante su vista cuando la anciana hizo camino entre la multitud para que la chica pudiera hablar con el hombre que había estado buscando.- Señor, ésta joven lo busca. Dice que es importante.
La aludida dió un paso al frente y, cuando los ojos de ambos se conectaron, la vista de Kohaku se nubló y varias imágenes vinieron a su mente como un torbellino destruyendo todo a su paso. La muerte de Naraku, Kanna y Kagura conversando sobre una bebé, Dakotsu naciendo, los sueños...Parpadeó un par de veces y observó a la chica.
- Aún debe tener entre 13 o 14 años.
En ese entonces, él sintió lástima. Una lástima que poco a poco se vino abajo cuando captó el motivo por el cual ella lo había buscado. Pudo sentirlo trabajar en su cuerpo.Cuando el fragmento de Shikon que Kohaku poseía fue extraído de su cuerpo, el chico no pudo resistirlo y la falta del mismo lo mató. Sólo gracias a la luz de la sacerdotisa Kikyo, era que él podía seguir con vida.
Para desgracia del muchacho, esa luz no podía abarcar todo su cuerpo, quedando algo de oscuridad en él haciendo que se viera manipulado al estar cerca de Dakotsu. Para seguidamente olvidar todo lo ocurrido cuando la chica ya no lo necesitara.
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La 8va
Fanfiction7 Guerreros. 1 Secreto. 1 Vida Falsa. 1 Chica. 1 Destino. Al abrir los ojos, te das cuenta de que tu vida no se basaba en lo que creías. A lo largo de tu vida, te han hecho creer algo que no es. El destino te lleva lejos, a encontrar para qué fuiste...