Capítulo 2

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- Bienvenida al mundo, pequeña Dakotsu.
La voz de Sakura era suave, llena de amor por su hija.

- ¿Dakotsu?.
Su madre estaba atónita, aquel nombre tenía mucho peso. ¿Porqué su hija eligiría ese nombre para la bebé? Aquel nombre no hacía más que ponerla nerviosa, le recordaba a cuando aún estaban en la época de los 7 Guerreros; cuando la aldea había sido atacada y casi destruida por completo.
Ella miró a su hija, la cual daba pecho a la recién nacida.

- Lo escuché en un sueño. La voz de un hombre me dijo: Dakotsu será una niña muy especial.

La madre quería aportar algo más, pero fue interrumpida por los gritos infantiles de Akane.
- ¿Dónde está, dónde está?!.

- Aquí esta.
Sakura se mueve lentamente dejando que la menor pudiera ver a la bebé; la cual ya no lloraba, solo dormía profundamente.

- ¿Porqué tiene el pelo negro?.
Claro estaba que Akane observaba todos los detalles, le había sido algo raro siendo que su tío era castaño al igual que su hermana; siendo así, ¿porqué Dakotsu tenía el pelo negro?.

Akira entra a la conversación colocando las manos sobre los hombros de su pequeña hija.
- Cariño, ve con Chiasa a juntar leña. Hará frío en la noche.

- Sip.
Ella se va y las mujeres se quedan en silencio, observándose la una a la otra.

- Mamá, ¿pasa algo?.
En el ambiente se sentía la tensión y Sakura se había dado cuenta fácilmente.

- No es nada, querida. Tú solo descansa, iré a buscar un poco de comida para ti.
Dicho esto, la mujer se retiró dejando a madre e hija en la habitación.

Akira comenzó a caminar fuera de la aldea hacia el campo, fuera de la vista de los demás; en especial de la de sus hijas. Quería estar sola y pensar.

Desde un principio sabíamos que esto ocurriría, que lo que aquel demonio había hecho no tenía vuelta atrás.

Caminó nuevamente hacia la chosa donde se encontraba su hija, Chiasa y Akane también estaban allí. Pensó que tal vez, si nadie sabía de forma temprana de lo que ocurrió hace años, nadie temería de la pequeña criatura. No obstante, ella tenía que decírselo.

Ingresó a su habitación y tomó una hoja de papel junto con una pluma, comenzó a escribir...

Mi querida hija, mi hermosa Sakura. No puedo imaginar el dolor que atravesará tu corazón cuando la pequeña que has dado a luz se revele ante todos.
Quiero que me perdones por haber callado, todo fue por tu bien y por el de Dakotsu.
Ella es tan inocente, tan pequeña pero, quiero que tengas mucho cuidado cuando comience a mantener comportamientos algo diferentes a ella.
Tu hija fue concebida bajo el manto de la oscuridad, bajo el ala demoníaca.
Ella es la horrible reencarnación de un espectro que reinó y trajo mucha penumbra a nuestra aldea hace muchos años; aquel espectro depositó en tu pequeña un pedazo de la esencia de los 7 Guerreros, lo cual es imposible revertir.
He callado durante mucho tiempo, años a decir verdad.
Aquel llamado había venido a mi cuando yo tenía tu edad; yo daría a luz a una niña, la que sería la madre de la nueva guerrera infernal.
Quise evitarlo, pero la única forma de hacerlo hubiera sido si no nacías. Y yo te amo mucho, mi querida Sakura.
Siento mucho que esta carta llegue a ti en estos momentos, pero quería que pasaras hermosos momentos con tu pequeña hija antes de que se vaya de tus brazos. Como dije antes, ella no tiene la culpa, no la dejes sola.

Akira.

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