Capítulo 71

18 2 1
                                    

Dakotsu abrió los ojos. El dolor en su pecho se había ido y ahora ya no sentía nada, nada en absoluto. Observó a su alrededor, como buscando algo o a alguien, pero no encontró nada. Todo estaba completamente oscuro. Observó sus prendas, tenía el kimono que se había puesto el día de la boda de su tía Akane.

Bajó la mirada, encontrándose con más oscuridad, tanta que pudo ver su reflejo. Sus ojos eran negros al igual que ella. Se veía igual a cuando aún el caos se había desatado.

- Así que, al fin llegó el día.
Oyó la voz hablarle. Sin embargo, no la encontró. Pero la reconocía.

- ¿Midoriko?.
Se puso de pie y comenzó a caminar, dejando que sus pies descalzos tocaran aquella fría superficie oscura sobre la cual había estado sentada. Poco a poco, comenzó a ver una figura más adelante. Como una luz dentro de toda aquella oscuridad. Tras llegar ante ella, tomó asiento mirándola.
- ¿Qué día? ¿Dónde estoy?.

La mujer sonrió un poco y extendió la mano hacia el suelo, donde la punta de uno de sus dedos causó un efecto similar a cuando una gota causa ondas sobre el agua. Allí, pudo ver como una lucha se desataba.

- ¿Qué...?.
Dakotsu observó sorprendida a los 7 guerreros correr a su lado, luchando contra los hombres lobo al mismo tiempo que los exterminadores hacían lo mismo contra los demonios.

- Eres realmente poderosa. El poder en tu interior no se compara al de nadie más. Demonio, Sacerdotisa, Humana, los 7 guerreros... la perla de Shikon. ¿Acaso creías que la mezcla de aquello no crearía a un ser de lo más poderoso?.
Dakotsu estuvo a punto de agregar que, de ser así, ¿porqué parecía haber perdido su cuerpo? ¿Qué lugar era aquel en el que estaba?.
- Fuiste manipulada desde el comienzo. No fuiste tú quien asesinó a su familia, fue el mismísimo Naraku quien te llevó a hacerlo e implantó su sentir en tu mente. Tras la muerte de los que más quieres, tu mente se destruyó y eso permitió paso hacia hilos más fuertes. Tuvo acceso completo a ti, sin embargo, tu corazón pudo seguir intacto. Sin embargo...

Midoriko miró hacia arriba, hacia donde nada podía observarse más que inmensa oscuridad.

- ¿Qué es este lugar?.
Logró mencionar de manera mecánica Dakotsu.

- Estamos en tu corazón. Todo lo que ha ocurrido, ha llevado a oscurecer tu corazón hasta tal punto de que, tras verse involucrado, Naraku pudiera despertar por completo y así poseer tu cuerpo. Él no planeó esto desde el comienzo. Ya hubo un quiebre en sus planes cuando naciste con un alma propia, sin embargo, tan solo eras una niña y por ello, pudo manipular tu mente poco a poco hasta lograr hacerlo por completo. Todo lo que has hecho, fue él quien lo hizo. Tú has sido manipulada todo este tiempo.
Tras concluir aquellas palabras, Dakotsu salió de su shock.

Había sido manipulada, había sido utilizada. La habían destrozado para reconstruirla de una manera que no era ella. Había lastimado a las personas por las que había llegado a sentir cariño. En ese momento, su pecho comenzó a doler de nuevo y las lágrimas brotaron sin control.

- ¿Qué... qué me pasa?.
Limpió sus lágrimas, pero las mismas seguían cayendo por sus mejillas.

Midoriko sonrió.
- Son tus verdaderos sentimientos, los cuales habían sido nublados por tu mente. Pero, ¿sabes algo? El corazón es más fuerte que la mente, solo necesitas encontrar su luz.

- Pero... me duele. Me duele mucho.
Lloró Dakotsu enterrando el rostro entre sus manos. Midoriko se acercó a ella y la atrajo para que se apoyara en sus piernas, las lágrimas de la chica humedecieron ligeramente las prendas de la mujer, pero ella hizo caso omiso y acarició su cabeza.
- Hice tanto daño... y ahora, jamás podré redimirme. He perdido control de mi cuerpo y ahora...

La 8vaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora