Los juegos de una Traición.

Capitulo 43 |Bestia. 1 ... 2 ... 3 ...

Kapitel 43 | Odjur. 1... 2... 3...

Julio 11, 2013.

No había podido dejar de pensar en Etzan Illolent y su preciada Sevicia. Tampoco en que nunca me lo esperé. Esa sorpresa de su parte me gustó. Me gustó que fingiera no tener control alguno sobre alguna rama totalmente suya. Él, demasiado altanero y Sillian demasiado festivo. Jamás pensé que pudieran mantener en secreto la posesión de una creación demasiado perfecta.

Todo parecía marchar normal. Cada quien se centraba en lo suyo y en sus lazos con sus familias, escalando mucho más alto en aquella pirámide en la que aún no podíamos liderar. Sellamos tratados extranjeros, presenciamos cócteles realizados por la pirámide en busca de más poder entre países mientras todo marcaba en una aparente calma demasiado falsa. Se sentía como la calma antes de la desgracia, como la luz a la cuál aferrarnos antes de la llegada del caos. Se sentía como si nos acecharan, y era porque justamente, así era.

Todos estábamos enfocados en nuestras labores para con nuestros apellidos, incluido Samael.

Me mantenía en la mansión Von Parker siendo protegida por Pok. Lucien había marchado a Noruega en busca de los Sjøholt que durante muchísimos días no habían dado señales. No había recibido noticia suya y comenzaba a preocuparme porque otro que había desaparecido sin dejar siquiera un rastro, una noticia o un rumor había sido Haise Volkov.

Desde el día del juicio, desde que rompió con Corine, despareció. Y eso no me gustaba para nada. Haise mantenía el brillo de una promesa en sus ojos, y claramente, se cumpliría porque las leyes de la Bratva se respetan tanto como la sangre. Y a Haise le habían insultado ambas.

Corine era un tema que me producía interés. Lo amaba, se le notaba todavía, pero se mantenía en juegos sucios con Houis tanto como yo con Samael. Lo que provocó que más de una vez volviéramos a unirnos los cuatro en un descontrol inmaculado de puro placer. Se había entregado a Houis con el único fin de minimizar de su corazón Haise. Una acción interesante, había logrado meterle a Houis por los ojos como la única vía de liberación. Tristemente por Haise, iba a sacar provecho de Corine en su contra si intentaba dar un paso en falso con todo lo que estaba haciendo.

Etzan había sido otro que pocas veces aparecía. Nadie había notado algo inusual en su misterio, sin embargo, como yo sabía algo suyo, quizás por eso para mí si era extraño.

Akatzi había sido el único que no había partido en busca de los Sjøholt. Naturalmente, Hanavy también fue en su búsqueda, pero ninguno emitía señales. Todo seguía el curso que por ley debía seguir, pero yo no estaba tranquila, aunque todo a mi alrededor sí lo estuviera. Sentía que me acechaban, que me observaban, que medían mis acciones desde una oscuridad potente de la cual no emergía ninguna luz y por ende no había ni una sola migaja para mí, por lo que deje que esa oscuridad absorbiera mis alrededores.

Me había mantenido entrenando una y otra vez con mi padre. Se mantenía fuerte y disciplinado a la hora de enseñarme más cosas mientras a la vez, entrenaba a duelos conmigo en los cuales no tenía ninguna compasión y me obligaba a luchar como si mi vida peligrara. Juntos habíamos cerrado tratados silenciosos con Afganistán, Arabia Saudita y Canadá haciendo pactos distintos en su nombre y en el mío, manteniendo dos negocios cada uno en cada país, otorgándonos más poder al mantener alianzas en secreto de nuestra mafia.

Mi padre no era idiota. Jamás lo había sido. Él sabía que algo pasaba conmigo así que buscaba cartas que pudieran protegerme, eso lo había notado, pero no lo había comentado. El embarazo de mi madre iba bien pero todavía no se notaba y eso había que Katharine Von Parker se moviera de aquí para allá como si dentro no tuviera creciendo un indeseable.