7 | Försiktigt
-Quiero tu ayuda. -Respondo, ocasionando que sus ojos inquietantes se posen en mí con interés.
Levemente me sonríe.
- ¿Mi ayuda con qué?
-Estoy segura que has averiguado sobre nosotros apenas Samael te contactó.
-Sí, -La comisura de su boca baja y sus ojos se elevan al techo, como si la respuesta fuera obvia. Su mirada vuelve a caer en mí, noto cierta burla. -Pero no soy adivino. Pueden estar aquí por muchas cosas, y aunque me imagino la mayoría, quiero escucharlo de tu boca.
Su actitud es burlesca, pero al mismo tiempo, bastante seria. Era un poco difícil leerlo. Pero tenía que hacerlo.
-Sabes quién fue Evan Hodwerdflez.
-Tu ex. -Responde de inmediato. -Tu difunto ex.
Su voz se vuelve serena, como si esperara algo más. Decido ir al punto.
-Nuestra mafia fue quien lo mató. -Informo con la seguridad necesaria para que sus ojos vuelvan a recaer en mí con astucia. El relajo se evapora de él en un segundo. -Y quiero encontrar a los culpables para acabar con ellos.
» Pero sola no puedo, por fuentes externas me enteré que no solo es un alguien quien está jugando a traicionarnos. Buscan poder, nuestro poder.
- ¿Y qué tengo que ver yo en eso?
-Que sabes lo que es perder a alguien que amas, por gusto y placer de otro.
Su mirada se intensifica sobre mí. Él luce amenazante, pero no me intimido. Ya estaba a mitad de camino.
-Cuéntame más. Leiko, trae vino, por favor.
Hablo con él, que parece bastante interesado en la historia. Solo hablamos él y yo, hay un silencio incómodo en la sala. Una tensión que es notable y me hace cuestionar si lo que digo, tiene un toque en él.
Diederick se mantiene quieto, observando sus uñas, que noto, tienen un esmalte negro. Él no luce en lo absoluto interesado en nosotros, pero sé que está escuchándome. Y sé, que su mente está cociendo mis palabras al igual que la de su hermano.
Alguien con una mente deficiente no iba a mantenerse por años en la cima de un país. No iba a controlarlo solo.
-Es muy interesante tu historia -Hidan se cruza de brazos. -Ahora explícame, si la viuda eres tú y el hermano Samael, ¿Que hace esta gente aquí?
» Muy descuidado de tu parte, Lucielle Von Parker.
-Confío en ellos. -Respondo de inmediato y él sonríe.
-Eva también confío en aquella serpiente que le hizo comer la manzana, y la condujo a una vida de pecado. -Sus cejas se elevan con una pizca de descaro.
Me hablaba de la biblia y el cristianismo como si yo le hubiera prestado la atención suficiente a eso a lo largo de mi vida.
-No olvides que Eva quería el poder que tenía Dios. -Responde Alek por mí, me giro hacia él. Luce calmado. -Quería poder. Nosotros tenemos el mismo poder que Lucielle.
- ¿Y qué pasa cuando el poder se vuelve ambición? -Pregunta Diederick al aire. Sin mirarnos, su voz tiene un matiz de diversión que no me gusta. -Traición.
Hidan aplaude al mismo tiempo que suelta una risa, observa de Diederick a Alek.
-Me gustan los debates.
-Y a mí me gusta jugar con sangre. -Houis habla, elevando su brazo.
Hidan curvea su boca en una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Los juegos de una Traición.
Mystery / ThrillerMi vida nunca había sido perfecta. Nunca había tenido matices rosas ni momentos mágicos, todo siempre iba de la mano con una tormenta de caos que dominaba mi vida, y destruía la de quienes me rodeaban. Pero no me quejaba. Pero, no me quejaba. Siempr...