Kapitel 22 | Välkommen
Junio 29, 2013.
En uno de los rincones del enorme castillo de los Sjøholt, en una habitación gigantesca, repleta de armas y todo tipo de elegantes cosas, estaba yo junto a los Sjøholt.
Rin y Leiko se mantenían con sus posturas elitistas y totalmente intimidantes frente a la puerta. Sus presencias me daban curiosidad, parecían nunca alejarse de los Sjøholt.
Parecían más que peones.
Y por lo que ya había analizado, ambos tenían en Rin una confianza tan extrema, que parecían ir a pasos ciegos con él, al igual que Rin con ellos, parecía tener la fidelidad de un animal.
Sin embargo, Hidan era quién más unido a él se veía.
Diederick, por otro lado, parecía ser igual de unido a Leiko.
¿Qué había detrás de tanta fidelidad? El narcicismo y la astucia se notaba completamente, pero parecía que ellos tenían un lazo de hermandad. Y en una mafia, los lazos de hermandad sin sangre no existen. Y si existen son una falla.
Las fallas son escalones que caen poco a poco, hasta que el templo queda en ruinas. Era lo mismo con el imperio, la política, y la mafia.
— ¿Me has entendido? —La voz de Hidan, seria y alta, me hace observarlo mientras está frente a mí, tocando con sus dedos la mesa de vidrio en la que están un montón de papeles.
Asiento lentamente, parece que en sus ojos brillan el orgullo. Aunque mi análisis de Hidan Sjøholt es que siempre estaba mintiendo, fingiendo, retando y analizando.
—Si algo sale mal, no dudes que te van a matar. —Habla Diederick con sus ojos considerablemente grises derrochando una mirada aburrida al observarme. —Si te matan, todo esto no valdrá la pena. Y será para mí una pérdida de tiempo que prefiero evitarme.
—Dudo mucho que caigan de esa forma. Atraerlos no es tan fácil.
Me enfoqué en la ametralladora que estaba a un lado de Leiko, el interés por las armas siendo algo presente.
Un bufido potente en burla proveniente de Hidan me hizo observarlo nuevamente nada más para observar aquellos ojos zafiros observarme con arrogancia y superioridad.
—Deja de subestimarme. Y deja de subestimarlos. —Suena calmado, pero parece una orden. —Te ha quedado claro que esto es jugar con las vidas, y de perder, no solo vas a caer tú.
» Ellos están moviéndose en patrones. Los patrones son sencillos de analizar cuando el detonante es obvio. El detonante eres tú. Se mueven a tu alrededor y esa es la ficha para analizar. El interés en ti es algo insano, ¿Y por qué? ¿Tu sensualidad? ¿Tu puesto? ¿Tu futuro? —Elevó una de sus cejas cobrizas. — ¿O por qué eres una ficha débil y fácil? ¿Quizá porque quieren algo de ti? Sea lo que sea, el detonante eres tú, por eso, este juego es tuyo. Sea lo que sea, tu único objetivo es ganar y destruir.
—Tienes muchos factores a tu favor. —Diederick asintió en mi dirección. —Así que tienes todos los medios, de no ganar, y de caer, serías una incompetente, porque todo lo que tienes que hacer es fingir y analizar.
— ¿Tienes en mente a alguien? —Pregunto con fingido aburrimiento.
La comisura de sus labios se elevó. Se presentó una sonrisa rebosante de astucia, y le dio a su mirada gris un toque de soberbia que quedaba muy bien con ese aire tan oscuro.
—Lo tengo. Pero no voy a decirlo hasta que mis deducciones sean confirmadas.
Hidan soltó una risita agradable porque parecía burlarse.
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Los juegos de una Traición.
Mistero / ThrillerMi vida nunca había sido perfecta. Nunca había tenido matices rosas ni momentos mágicos, todo siempre iba de la mano con una tormenta de caos que dominaba mi vida, y destruía la de quienes me rodeaban. Pero no me quejaba. Pero, no me quejaba. Siempr...