Capítulo 59 | Lucielle, Lucielle, ¿es así?

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Bueeeeeeeeeeenas, como les informé por mis redes, el capitulo seria publicado hoy, disfruten<3


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Kapitel 59 | Lucielle, Lucielle, är det så?


Octubre 03, 2013 — Berlín.


Cada día que pasaba sin Luca Von Parker entendía muchísimo más las palabras de Katharine. Luca no portaba la corona en la pirámide sueca, pero ese liderazgo que nunca pudo cubrir a la perfección, mantenía en la oscuridad su propio poder, mandato y ley. Luca tenía su propia corona, y ahora, sería yo quien la portaría.

Como una Von Parker fingiendo ser una Sjøholt, pero la dinastía de Luca no caería en manos externas a mí. Siempre me había preparado para ello, y no iba a renunciar a eso.

—Me imagino que estás aquí para eliminar los tratos de tus padres conmigo. —Murmuró el señor Claude Van Hohenheim, mirándome con demasiado respeto detrás del cristal de sus redondos lentes de lectura.

Mi cabeza se deslizó suavemente de izquierda a derecha mientras mis ojos estaban fijos en los suyos. En su boca se deslizó una sonrisa de labios cerrados.

—Lamento mucho lo que vives, aún eres una niña.

— ¿Que tanta inocencia cree que puede haber en mí? —Pregunté con serenidad, mirando con demasiada tranquilidad el jardín en el que estábamos sentados, bebiendo té frente a frente. — ¿O que tanta arrogancia?

Me divirtió la mirada que me dio, como si quisiera reírse de mis palabras. Hubo una picardía en su azul que no desprendió malicia ni deseo. Me aumentó la curiosidad.

—La arrogancia se desborda de los individuos que se han levantado según lo planeado en sus caídas. Es algo inevitable. —Respondió muy suavemente, dándole un sorbo al té. —La arrogancia no es mala siempre y cuando detrás de ella no haya una persona nefasta. Lo malo de ser arrogante, es que todo el mundo lo es, pero no todos deberían.

Ladeé mi cabeza tratando de entender más allá de sus palabras, él volvió a sonreír.

—No me conoce para deducir si soy nefasta o brillante. —Murmuré suavemente.

—Si eres la hija de la que Luca tanto alardeaba, eres brillante. —Dijo sin más. —Pero eso no evita que seas una niña.

Asentí delicadamente, chocando mis uñas con la mesa de vidrio mientras él me miraba todavía. Vestía de traje y corbata, tenía el cabello blanco y las naturales arrugas de una persona mayor, pero no desprendía debilidad.

— ¿El punto es?

— ¿Fuiste tú quien acabó con la familia Harlesson? —Me preguntó curioso, pero íntimo al mismo tiempo, como si fuéramos mejores amigos.

Le regalé una sonrisa elevando las cejas.

— ¿Que sucede si fui?

Me miró aún más divertido, señalándome con el índice.

—No debes preocuparte por mí, tus padres eran buenos amigos para mí y aunque se rumoreé que eres alguien más, Luca te presentó como su hija y te crió. —Se encogió de hombros, sirviéndose un poco más de té totalmente cómodo. —Por derecho, sus negocios son tuyos y Alemania es tu territorio.

Los juegos de una Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora