Capítulo 38 | Juicio

3.3K 389 263
                                    

Kapitel 38| Dom

━━━━━━ ♛ ━━━━━━


Julio 07, 2013


El desayuno estaba servido. Houis lo había hecho como cada vez que habíamos estado aquí. Parecía que lo único que le encantaba igual de fuerte que matar, era cocinar. Ninguno se quejaba, secretamente todos babeábamos por su comida. Todos comíamos en silencio, cada quién perdido en sus propios pensamientos disfrutando la exquisitez que Houis había preparado.

Él, Samael y yo, teníamos un juicio. Uno en el que iban a intentar hundirnos. Para sorpresa de nadie, ambos estaban en extremo tranquilos, disfrutando el desayuno con mucho silencio y gusto. Casi como si no les importara lo que sucediera hoy, tenían cierta actitud totalmente soberbia.

Se me hacía una burla gigante que todos estuvieran presentes. Y que ahora, nosotros siete, parecíamos una manada de lobos que se protegían mutuamente, arriesgando mucho, por un futuro que por derecho nos pertenecía.

La palabra de nuestros apellidos es ley. Medio mundo comprado. Pero a la vez, medio mundo comprado por manos externas a nosotros. La avaricia era lo que nos movía. Éramos escorias con billones en vez de sangre, a nosotros nos encantaba tanto serlo, que mataríamos a cualquiera que se interpusiera en eso.

Esto solo estaba en nuestras manos. Hidan me lo había dejado claro. No podía meterse en este asunto desde su oscuridad. Se lo agradecí. Esto era nuestro.

Debíamos salir de ello. Teníamos el entrenamiento necesario para eso. Además, había algo mucho más importante que el maldito juicio y era el juego en el que nosotros éramos las piezas. Ya estaba harta. Sabía que estaban ahí afuera esperando para atacar, eso me molestaba. Quería de una vez por todas acabar esto.

Pero claro, no era tan sencillo.

— ¿Qué pasa si todos los altos mandos de la pirámide votan en contra? —Se atrevió a preguntar Alek, más preocupado por nosotros que nosotros mismos.

—Los matamos.

Sonreí ante la seriedad de Houis, así como también de la mirada hastiada del rubio.

—Mi pregunta va en serio.

Cuando Houis rodó los ojos con un fastidio notable, Sillian soltó una risa mientras los observaba encantado. Etzan, por su parte, solo los ignoraba mientras desayunaba.

—Si eso pasa nos quitarían el derecho a lo que somos. —Respondí sin mucho ánimo, llevando mis ojos a Alek. —Se inventarán muchas cosas y hablarán de los códigos de la mafia. Lo único que buscarán es hacernos ver culpables con el único fin de que perdamos lo que por ley nos pertenece por haber tocado a alguien de la pirámide.

«Entre mafias no podemos tocarnos. A excepción de incumplimiento de tratados, de leyes, o de reglas» Bueno, si habíamos roto eso...

— ¿Por qué preguntas cosas obvias? —Se queja Etzan hablando por primera vez en el día con su tono altivo y su mirada molesta. —Has nacido en la mafia. Sabes cómo se mueve.

—Sí. Pero eso no implica que sus padres acepten eso. —Respondió con terquedad y un toque de molestia que hicieron a Sillian sonreír divertido. —Eso es a lo que voy. Si eso sucede, si hay una división exacta en votos ¿La mafia se dividiría?

Los juegos de una Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora