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Capítulo 83 | Adelante y no mires atrás
Kapitel 83 | Varsågod och se dig inte tillbaka
No le respondí, en su lugar elevé mis cejas con un toque de burla antes de empujar a Ino en dirección a Sillian tomando una de las pistolas que me apuntaban comenzando una nueva pelea en donde me concentraba en golpear y disparar mientras Rin ordenaba a Sillian y a Ino correr dentro de la casa. Un disparo externo logró poner alerta a Rin cuando Samael apareció en la escena todavía sosteniendo una ametralladora mientras evadía el cuchillo que se dirigía en su dirección. Mis manos se movían con rapidez mientras mis pies se plantaban con fuerza evitando perder el equilibrio y el dominio.
Observar por cortos minutos a Samael peleando mano a mano con Rin logró desconcentrarme lo suficiente como para recibir un puñetazo que giró mi rostro en dirección contraria mientras un empujón logró hacerme perder el equilibrio. La pistola rodó de mi mano mientras una patada en mi estomagó consiguió hacerme escupir. Esquivé una más girando en el piso antes de ponerme de pies nuevamente observando como de las calles comenzaban a surgir una ola de miembros callejeros que corrían en dirección a la casa, logrando hacerme maldecir antes de correr dentro de ella siendo perseguida por muchos. Un disparo en el aire me hizo detener inmediatamente cuando Ino frente a mi sostenía una pistola con una mirada frívola, poco habitual en su rostro festivo.
—Das un paso más, y te vuelo los sesos.
Me incliné rápidamente evitando el tiro que soltó directamente a mi cabeza cuando me moví, logrando perturbarme por cortos segundos antes de patear la mano que sostenía la pistola haciéndola caer antes de dirigir directamente mi puño a su rostro en forma de regaño, inicialmente por osarse a dispararme. Crujió un hueso debajo de mi antes de que sus manos se pusieran en defensa logrando contenerme mientras se movían con rapidez no dejándome perder el ritmo constante mientras la habitación se llenaba de hombres que lo apoyaban, comenzando a meterse en la contienda que mantenía con su jefe. Tomé la lámpara decorativa que se lucia en una mesita antes de estrellarla en la cabeza del primero que se metió logrando volverla añicos.
— ¡Deme la orden para dispararle, señor! —Gritó uno de sus hombres mientras tomaba la muñeca de Ino cuando intentó dar un puñetazo directo a mi frente.
— ¡¿Cómo le vas a disparar conmigo en medio maldito bastardo inconsciente?! ¡¿Pretendes matarme?!
Mientras lo contenía uno de sus hombres logró sostenerme por la espalda haciéndome caer con él encima de mi justamente sobre la mesa de decoración de madera que se partió bajo de mí, logrando que mi cabreo aumentara cuando mi espalda fue la que se llevó el golpe debido a su peso. Tomé una de las patas de la mesa golpeando su cabeza con fuerza retorciéndome debajo de él no dándole tiempo a los demás de acercarse lo suficiente incluso aunque Sillian e Ino ya no estuvieran en la habitación. Me puse de pie con la pata de la mesa todavía en mis manos cuando confirmé mi teoría siendo apuntada completamente.
—Baja la pistola, estás completamente rodeada y el líder viene en camino por ti.
—Gracias por la información. —Respondí blandiendo la pata de la mesa sobre su cabeza antes de cubrirme con su cuerpo cuando dispararon directamente contra mí. Una nueva oleada de hombres entraba a la casa mientras me ocultaba en uno de los muros tomando una de las pistolas iniciando un tiroteo en una sala de estar que estaba volviéndose mierda. Disparé lo suficiente antes de comenzar a moverme cuando disparaban constantemente a mi cabeza buscando dar en el blanco. Salían como hormigas y no podía quedarme a enfrentarlos, corrí por toda la casa saliendo a la parte trasera siguiendo la puerta abierta encontrando a Sillian y a Ino siendo retenidos por varios de los hombres de Evan. Me oculté cuando intentaron dispararme desde la casa nuevamente, consiguiendo que la disputa comenzara esta vez con más hombres a mi favor.
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Los juegos de una Traición.
Mystery / ThrillerMi vida nunca había sido perfecta. Nunca había tenido matices rosas ni momentos mágicos, todo siempre iba de la mano con una tormenta de caos que dominaba mi vida, y destruía la de quienes me rodeaban. Pero no me quejaba. Pero, no me quejaba. Siempr...