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Kapitel 29| Kaos är en del av livet
El calor insano que provocó la burla de sus palabras fue el impulso que me hizo tomar entre mis dedos sus mejillas, dejando que su mirada conectara con la mía con mucha más intensidad y cinismo. Lo odiaba.
A él le divirtió, y como todo hijo de puta, cruzo ambas manos detrás de mi espalda con mucha fuerza y brutalidad, dejándonos en un espacio cerrado en el que ambas miradas de odio se intensificaban pasados los segundos, buscando demostrar cuál pesaba más.
—Está muerto. Tú y yo vimos el cuerpo. La escena. Su cuerpo sin vida. Su cuerpo en la morgue. Su cuerpo en el maldito cajón en el que lo enterramos. Estuvimos ahí horas viendo cómo lo sepultaban, así que no me digas que puede estar vivo porque es algo que no te voy a permitir. —Solté con más odio del necesario, y él sonrió con esmero, pero con aires oscuros y cínicos.
Me negaba a creerlo. Yo no quería. No podía.
Rodó sus ojos con cierta violencia, pero eso no hizo menos al resoplido burlón.
—Te estás dejando guiar por el sentimentalismo que ancla tus deducciones a la lógica. —Susurró observando mis ojos con cierto placer culposo, mientras yo estaba encima de él, en una posición placentera, pero prohibida. Me susurraba con mucho cinismo envuelto en prepotencia. —Cuando se trata de la mafia, lo ilógico se vuelve lógico al momento de trazar estrategias. Lo ilógico es una estrategia oculta que emerge al momento de atacar. Lo que vimos, pudo ser simplemente lo que querían que viéramos. No seas patética.
Eso no era mentira, pero... Maldita sea. Él me estaba diciendo con palabras indirectas que su maldito hermano, aquella persona con la que planee mi vida, y que supuestamente está muerto, estaba vivo. Era jodido.
— ¿Desde cuándo crees que está vivo? —Mi voz perdió la fuerza y seguridad de segundos atrás, lo que me hizo maldecir y carraspear.
El suspiró con agrado.
—Siempre he pensado que está vivo Evan era demasiado brillante como para morir tan fácil. —Su respuesta fue sencilla, baja, y aunque fue directa, se sintió vacía.
Se sintió vacía.
Ladee mi cabeza lentamente.
Lo observé con más atención. El brillo de sus ojos, la fuerza violenta y astuta de su mirada, el brillo del fuego reflejándose en sus ojos como una llama impura. Se lucía ante mí cómo la personificación de lo pagano. Del pecado, de la malicia y lo prohibido.
Pero, aunque se luciera como el todo poderoso de las almas oscuras, no llegaba al cien por ciento, aunque quisiera demostrarlo. Le faltaba algo en su cabeza que se notaba. Tenía una pieza faltante en su rompecabezas, podía tener una estrategia perfecta, pero si tenía un hueco en blanco, se vaciaba porque podía fallar muy rápido. Así que yo era la pieza.
—Estás buscando hacerlo salir conmigo. —Murmuré ese vacío que no se atreve a decir en voz alta. —No solo eso, buscas sus migajas.
—Las estadísticas existen, y las estadísticas forman porcentajes, porcentajes que pueden llenar las deducciones. Así que no solo estoy guiándome en una deducción, Lucielle. Menos, tratándose de Evan.
Se mordió el labio inferior dejando que el sonido dela madera quemándose fuera lo único presente en la sala.
Su respiración tranquila y lenta moviéndose al mismo tiempo que la mía era un toque pasmante mientras mi cabeza buscaba enlazar sus silencios con lo que ya tenía. Me lo decía por algo. Hablaba tanto por una razón, razón que a simple vista no veía.
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Los juegos de una Traición.
Mystery / ThrillerMi vida nunca había sido perfecta. Nunca había tenido matices rosas ni momentos mágicos, todo siempre iba de la mano con una tormenta de caos que dominaba mi vida, y destruía la de quienes me rodeaban. Pero no me quejaba. Pero, no me quejaba. Siempr...