Capítulo 51 | El primer golpe libera la tormenta

2.7K 353 1K
                                    

━━━━━━ ♛ ━━━━━━


Kapitel 51 | Den första träffen släpper loss stormen


Ya listas, ella puso sobre mi pecho un fino collar que mantenía un dije en forma de S muy pequeño. Todo era pequeño. Pero era tan simple y pesado, que lucía perfecto.

—Ibas a llamarte Selene. —Dijo algo que jamás me había dicho. —Y a última instancia, casi naciendo, pasaste a ser Lucielle. Este collar es importante para nosotros, para Luca y para mí.

Asentí y agradecí llamarme Lucielle en silencio. Ella siguió hablando comenzando conmigo una conversación trivial que terminó cuando mi padre, con un perfecto traje negro en su totalidad, llegó a la habitación luciendo descaradamente demasiado perfecto.

A mí no se me pasó por alto la sucia mirada que se compartieron, así como tampoco se me pasó por alto que en el beso casto que se dieron, Luca posicionó su mano en el vientre de mi madre.

—Estás malditamente hermosa, Katharine. —Murmuró él en tono bajo, simplemente para ella. Fue un aire confidencial en el que me estaba metiendo por chismosa. Pero siempre había admitido que mis padres además de ser una pareja poderosa, era una pareja demasiado caliente. —Tú también.

—Obvio que yo también. —Rezongué ocasionado que su rostro marcara una mueca de ironía. — ¿Ya han llegado personas?

Él asintió y caminó hasta donde estaba yo para posicionar ambas manos en mis mejillas dejando un beso en mi frente.

—Estoy muy orgulloso de ti. —Murmuró suavemente deslizando sus esmeraldas ojos por mi rostro. —Siempre recuerda eso, porque no te lo digo mucho. Pero estoy orgulloso de ti, confío en ti, y te admiro. Eres la viva imagen de tu madre, Lucielle. —Bajó el tono de voz. —Y para mí no hay nadie más espectacular que ella.

Sonreí preguntándome si algún día yo podía volver a amar a alguien. O si alguna vez conseguiría a alguien que me amara como Luca amaba a Katharine.

Ese no era un pensamiento importante, claro que no, pero sí muy interesante.

Salimos de la habitación encontrándonos fuera de ella a unos cuantos metros a Felicite escoltada. Lucía un infantil vestido color rosa pastel que sin dudas había elegido mi madre. Ella nos miró sin darnos mucha atención, pero una sonrisa pequeña se deslizó en su boca cuando mi padre la llamó, para seguidamente cargarla.

Nos posicionamos todos juntos para una nueva foto familiar, lo que era costumbre en la casa Von Parker. Katherine amaba las fotos. Amaba tener recuerdos de cada mínima cosa.

Ya en el jardín de la casa Von Parker todo estaba perfectamente arreglado en un derroche impecable de dinero en cada mínimo pequeño espacio del jardín, el pequeño escenario, la pista de baile o mi gigantesco nombre hecho por rosas rojas.

Sonreí ante lo que veía, me gustaba, me lo merecía. Katharine sin dudas me conocía, todo estaba a la medida de lo que me gustaba.

—Luca, Katharine. —Saludó una voz divertida tras nosotros, con un tinte descarado que nos hizo girarnos para encontrarnos a Houis detrás vestido con un traje sin corbata luciendo encantador de una manera alarmante. —Fizzie. Luciel.

Él sonrió ante mí silencio. Tan arrogantemente que incluso mi madre soltó una risita.

—No seas tan descarada. —Susurró en mi dirección luego de la presentación. —Un placer verte, Houis.

Los juegos de una Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora