Los juegos de una Traición.

Capítulo 66| Sorpresa sorpresa

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Kapitel 66| Överraskning överraskning

— ¿Cómo lo sabes?

Él se alejó, sus ojos azules quedando frente a mí con un brillo fuerte, potente, que incluso resaltaba por debajo del antifaz que usaba como máscara.

—Conseguir esa información no fue fácil, —Admitió. —Pero en el mundo, nada es gratis. Fue información que obtuve por decirle "Lyzander Sobczak está vivo"

— ¿Y por qué hiciste eso? —Murmuré frente a él. —Se supone que habías pactado no colocar tus manos más en el asunto.

Hidan asintió con mucha serenidad, alejándose un poco, sin dejar de mirar mis ojos todavía.

—Es cierto. Prometí que dejaría todo en tus manos, —Admitió. —Pero prometí eso mucho antes de saber que él cayó en el avión donde estaba Jelena.

No me esperaba eso. No me esperaba eso y no podía entender cómo podía relacionarse. Sin embargo, no maquiné mucho, si estaba sorprendida, pero la sorpresa no impedía el pensamiento racional.

¿Estaba en todos lados? ¿Cómo?

— ¿Cómo?

—Estás aquí para fingir ser Jelena. —Me informó. —Cassandra sabe que estamos aquí, así que solo debes manipularla. Lo odia, por ende, el odio desencadena la manipulación. Solo necesita confirmar si él es Lyzander o no.

—Luego me contarás exactamente lo que sucedió con Dalilha. —Lo miré sin ninguna duda, dándole la misma mirada segura y fija que mantenía sobre mí. —Y con Jelena. Tienes huecos en tus historias.

—No hay huecos en la verdad. Que no sepas muchas cosas no necesariamente es un hueco. —Se encogió de hombros. —Hay cosas que no debes saber de mí, pero de igual forma te contaré. En un principio esto solo se tratan de ti, ahora no es así.

No esperó que dijera algo más, simplemente se alejó con elocuencia para con galantería, saludar a un par de mujeres que estaban en su camino. Rodé mis ojos. Era un salón gigante repleto por la élite social, podía distinguirse por las actitudes finas y falsas mientras se movían de aquí para allá pavoneándose sobre la posición social.

Una sonrisa curveó mis labios sin poder evitarlo cuando ojos captaron a Diederick en la lejanía, sentado con una copa de champagne ignorando a todo el mundo. El rostro de los negocios Sjøholt no era ninguno de los dos, ya que siempre había alguien a quien ponían a usurpar lugares, sin embargo, Hidan tenía más carisma que Diederick, pero eso no evitaba que el gélido misterio y oscuridad que emanaba, no fuera un atractivo.

Minutos más tarde por los altavoces se escuchó la voz de un hombre presentando a Cassandra Ricci. Ella apareció con un vestido acampanado bajando las escaleras con gracia. Tenía el cabello castaño en un recogido impecable, así como un vestido de pedrería que hacía juego con un pequeño antifaz. Un hombre llegó al borde de las escaleras y me divirtió el hecho de que tomó su mano con cuidado, dándole un trato especial. Un trato como si una única palabra de Cassandra fuera a romperle el espíritu.

Imponía su presencia, sin embargo, a mí no me importaba eso. Me importaba que me sirviera, de hecho, eso era lo único relevante.

Hubo un baile que me recordó por cortos segundos al que tuve yo en mi cumpleaños diecinueve. Ella se lucía en la pista, al igual que los hombres que bailaban con ella por cortos minutos la subían en un pedestal. Me divirtió ver a Hidan acercarse a ella y hacer una reverencia antes de besar su dorso, ella sonrió con gusto, pero el trato de Hidan fue distinto mientras bailaban.