La Decisión Es Mia (Boys Over Flowers)

CAPITULO 54

Canción: Entertainer - Zayn 

Al otro día después de desayunar todos decidimos ir a la playa para nadar. Sabía lo que sucedería en esta escena así que me recosté y espere el momento para salvar a nuestro pobre protagonista masculino de la decepción por no poder ser capaz de salvar a su novia.

En este momento Ga-Eul salió en busca de su amiga y como no contestaba después de sus múltiples gritos todos se preocuparon, bueno menos yo...pero debía de aparentarlo.

Jun-Pyo por su trauma de la infancia no pudo dar ni un paso para rescatar a Jan-Di y como está escrito quien la salvo fue Ji-Hoo. Obviamente a nuestra querida protagonista no le paso nada. Todos al ver que reaccionaba pudieron estar tranquilos.

Pero por mi parte me daba igual, me aleje del grupo y fui detrás del protagonista que seguramente ahora estaría en su habitación. Entre en silencio y escuché ruidos en el baño por lo que decidí acercarme, parece que sus traumas lo habían afectado bastante, estaba sumergido en la bañera y de pronto se levantó asustado casi ahogándose en el proceso así que me metí rápidamente con él para ayudarlo.

- ¡¿Estas bien?!. -lo sostuve por los hombros sin importarme que mi vestido se mojara.

-No...no pude hacer nada, soy tan patético...-se cubrió la cara con ambas manos, mientras se lamentaba.

-No es tu culpa, solo eras un niño...Jan-Di lo comprenderá...sé que algún día lo superas, todavía no es momento, así que no te lamentes porque tú nunca serás el culpable. -lo abrace fuertemente y algunas lágrimas se deslizaron por mis ojos.

Él se quedó en silencio y dejo que lo abrazara, luego de un tiempo me alejo y me miro.

-... ¿Por qué lloras? -sonrió.

-...Por ti idiota. -lo golpee en el pecho.

-Te ves fea cuando lloras~.- el maldito sonrió mas.

-...¿Ya te sientes mejor?

-Sí, ver tus lagrimas me hacen feliz...

-Realmente eres un idiota. -me levanté y me fui del lugar sin importarme mi ropa.

Al salir pude escuchar un "Gracias...", pero ya estaba furiosa para volver de nuevo.

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Después de ese suceso, por la noche durante la cena el protagonista nos sorprendió con los mejores platos de comidas preparados por los chefs, pero supervisado por el mismo.

Sin embargo, en el centro de todo había una mesa especial que obviamente era para la protagonista, pero cuando me disponía a sentarme con los demás, sentí que alguien me tomaba suavemente del brazo.

-Tu asiento está en la mesa del centro. - dijo Jun-Pyo....

-Pero...- ¿No era esa mesa solo para la protagonista?

-Vamos, debo alimentarte más...estas muy delgada, parece que fueras a romperte en cualquier momento. - sus palabras parecían ¿dulces? Pero el tono en que las decía parecía que estuviera hablando con tu enemiga de la primaria.

- ¿Crees que soy una muñeca para ser capaz de romperme? -rodé los ojos mientras me sentaba.

Los demás miraron, pero no pensaron nada raro, sin embargo, Jan-Di que estaba sentada enfrente mío tenía su mirada en su príncipe blanco.

Pobre Jun-Pyo, pero es lo que obtienes al forzar una relación.

Al terminar de cenar pusieron música y los chicos empezaron a bailar con las extranjeras, obviamente yo también me les uní.

Por otro lado, Jan-Di y Ji-Hoo no estaban con nosotros, seguramente era tiempo de su escena como enamorados.

- ¿Te gusto la cena?

-Claro, todos eran mis platos favoritos...los recordaste. -le sonreí.

-Todos saben tus platos favoritos, eres fácil de complacer... -desvió su mirada.

El protagonista es todo un tsundere~

-Toma. - al volver a su actitud original me entrego una caja de regalo.

Lo mire sorprendida, no esperaba un regalo de su parte...bueno si lo hacía, pero no tan temprano~

- ¿Por qué me das esto?

-...Tus lagrimas son muy valiosas y debía de pagar el precio por ellas. -me sonrió y luego se alejó, para acercarse a los muchachos y seguir bailando.

Me quede en silencio y solo reaccione cuando vi los fuegos artificiales en el cielo. Ambos protagonistas estaban delante de mí, se miraban y sonreían como si fueran los únicos para el otro...

Nota de Autor: 

Tsundere: es un termino japonés utilizado para describir a una persona cuyo comportamiento inicial es frio, reservado e incluso hostil, pero que gradualmente se transforma en alguien cálido, sensible y amigable.