Despertaste a primera hora del día preguntándote porqué seguías viva en este mundo injusto y asqueroso.
Tu pesimismo se reflejaba en tu ceño fruncido, no habías podido dormir bien pensando en qué hacer ahora que te quedaste sin empleo.
De pronto, una llamada te sorprendió lo suficiente como para cambiar tu semblante a uno más alegre, era una llamada de tu madre y aunque tenías muy malas noticias, no dejarías que se enterara, así evitarías su tradicional sermón de una hora.
— ¡Hola mamá! sí, estoy comiendo bien, ¡no vas a creer con quién estoy viviendo! — quisiste incluir a Killua pero recordaste que tus padres son altamente conservadores y correctos.— Espera, ¡¿qué le vas a decir?! — dijiste en tu mente — ¿que vives con un asesino retirado que te pervierte las 24 hrs y te metió en problemas legales dos veces? — por ningún motivo eso podría ser una buena idea, así que improvisaste el resto de la forma más creíble. — Me encontré un gato en la calle, le acaricié la cabeza y me siguió a casa, así que lo adopté. — Bueno, técnicamente no era mentira del todo.
— ¿En serio? mándame una foto después, podrías traerlo a la casa para que no tengas que cargarlo a donde vayas, recuerda que los gatos son territoriales, se estresan si los alejas de su hogar.
— No te preocupes, mamá. — te apresuraste a evadir cualquier asunto que expusiera tu engaño — este gato se adapta fácilmente a todos lados, es callejero. — explicaste mientras el susodicho acababa de saltar por la ventana para atrapar una ardilla — Y se está volviendo salvaje... creo que lo llevaré a esterilizar.
Después de mentir y disimular tus problemas, colgaste la llamada para dejarte caer sobre la cama destendida, odiandote por mentirle a tu madre y no pedirle ayuda.
— Sin empleo, mantenida por un asesino que se tira por la ventana y me acosa hasta dormido. ¡¿Qué más quieres de mí?! — dramatizaste mirando al cielo. — No creo que exista forma de que esto empeore.
Tocaron la puerta de tu habitación y saliste de mala gana pensando en regañar a Killua que seguramente olvidó llevarse su llave. Pero al abrir la puerta te encontraste con una señorita de recepción.
— Buen día, jovencita, lamento interrumpirla, pero su esposo está persiguiendo a las ardillas de nuestra reserva natural. Necesitamos que lo controle.
— Ay, ese idiota... — Tomaste una escoba para ir por él. Te hubiera encantado decir "no lo conozco" pero era evidente que había saltado por tu ventana, todos lo vieron.
— Por cierto, esta es la factura de luz de su primera noche. — te entregó un documento con el cargo.
— Ah, gracias por... ¡¿TRES MILLONES DE DÓLARES?! ¡¿HAY UNA PUTA MÁQUINA DE LA NASA AQUÍ O QUÉ COJONES?!
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Alto ahí, gatito [+18]
FanfictionNo te tomas nada en serio, ni siquiera cuando te encuentras frente a frente con un asesino profesional. ¿Podrás ganarte su corazón o arruinaras todo como es tu costumbre? Deja de tener miedo a enamorarte, quizás esta vez sea tu turno de ser felíz. ...