Inicio de segunda temporada.
Oh shit, ¡here we go again!••• ••• •••
Ahí estabas de nuevo, en esa ciudad demacrada por el tiempo, la crisis económica y la contaminación ambiental atacaron fuertemente en los últimos meses. Entre fábricas y edificios viejos, llegaste a tu casa, el único sitio en el mundo que no se le puede llamar hogar del todo, ¿o sí?
— Bien, Killua, ya estamos aquí. — dijiste cargando una caja de viaje pequeña para mascotas, dentro, estaba dormido el gatito blanco.
Tragaste saliva, esperando el peor recibimiento, regaños e insultos, reprensión y castigo.
Tocaste la puerta con vergüenza y miedo. Después de un minuto que para ti fué una hora eterna, abrió tu madre y al verte comenzó a llorar de alegría, llamó a tu padre que bajó casi corriendo las escaleras, ambos te recibieron con un fuerte abrazo, tu padre besó tu cabeza mostrando la alegría que sentía al verte de nuevo.
Te llenaste de lágrimas al igual que ellos y los abrazaste también.
— ¡Creímos que habías tenido el mismo horrible destino que los demás en el accidente del crucero! ¡gracias a dios estás bien! — chilló tu madre acariciando tu cabello. — ¡entra, entra! estás helada.
— Yo cargo tu equipaje. — se ofreció tu padre llevando las maletas a tu habitación.
— Dios mío, estás viva, mis suplicas fueron escuchadas, no sabes lo devastados que estuvimos — te invitó a sentar en el sofá para agarrar tu mano con cariño — estoy tan arrepentida de que nuestra última llamada fuera tan dura, perdóname.
— No te preocupes, mamá, sé que sólo se preocupaban por mi, tuve muchísima suerte, Killua me salvó la vida.
— ¿Quién es Killua? — preguntó ella desconcertada.
— Es verdad, mamá fué diagnosticada con Alzheimer hace años — recordaste agradeciendo por dentro — ella olvida muchas cosas y últimamente parece que también eventos recientes ¿debería contarle sobre él?
Antes de poder responder, escucharon un maullido proveniente de la caja blanca donde transportabas al susodicho, tu padre no esperó para preguntar.
— Hija, ¿trajiste un gato a casa? sabes que tu mamá es alergica, mi vida.
— ¿Soy alérgica? — olvidó la madre.
— Oh... perdón, mamá, mi gato se llama Killua, sin él no podría haber salido a tiempo de ese lugar, sabes que los animales tienen eh, un sentido del peligro, pero lo mantendré alejado de ti, lo prometo. — usaste a tu favor aquello para no tener que explicar la verdad y llevarte nuevos sermoneos inútiles.
— Está bien, no importa, lo único que me alegra es poder verte de nuevo. — aceptó y volvió a abrazarte — estás en casa, mi niña, a salvo, ¿tienes hambre?
— En realidad sí, y también tengo que ir al baño. — Te aguantaste desde que bajaste del avión, no quisiste ni pararte del asiento para no ser reconocida y denunciada. Te levantaste para subir al baño y de paso quedarte en tu habitación para desempacar.
— Calentaré la cena entonces. — dijo tu madre dirigiéndose a la cocina — ¡Ah! y llama a tu hermano para que baje también, debe estar en su habitación, le dará gusto verte.
Te detuviste de golpe a media escalera, casi te da un infarto al escuchar la última oración.
— C...claro, y...yo le digo. — contestaste cambiando tu sonrisa entisiasmada a un ceño fruncido de angustia.
Lastima que la felicidad no es eterna. El arco de la familia latinoamericana acababa de empezar.
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Alto ahí, gatito [+18]
FanfictionNo te tomas nada en serio, ni siquiera cuando te encuentras frente a frente con un asesino profesional. ¿Podrás ganarte su corazón o arruinaras todo como es tu costumbre? Deja de tener miedo a enamorarte, quizás esta vez sea tu turno de ser felíz. ...