Despertaste lentamente con dolor físico como si hubieras hecho primer día de gimnasio, pero sabías que no eras capaz de abandonar la comida y eso del gym no te va.
A tu costado, deslumbrando acogedor, cálido y abrazado a una almohada, con el rostro sonrojado y hundido en ella, Killua Zoldyck, dormitaba profundamente aún durante el amanecer.
Lo cubriste delicadamente su desnudez con una sábana, evitando rozar tu piel con la suya para no despertarlo.
Capaz que seguía hambriento.
Sin darte cuenta, temblaban tus piernas, estabas nerviosa, incrédula, retrocediendo la cinta de tu memoria nocturna una y otra vez. Preguntándote si lo que estaba en tu mente de verdad pasó.
Tomaste una ducha fría intentando relajarte, pero tu mente sólo podía centrarse en cada movimiento, palabra y gesto que ese chico te hizo.
No terminabas de creerlo simplemente porque tus inseguridades no te permitían merecer tanto placer, ¿era acaso una compensación de la vida por tantos fracasos del pasado?
Entre ruido de la regadera, nadie podría escuchar tu llanto de alegría y miedo. Porque habías hecho algo malo y te supo bien.
Saliste fresca y limpia, como si el agua purificara tu cuerpo. Él seguía en la misma posición lateral, te acercaste para admirarlo mientras la luz del amanecer continuaba iluminando su cuerpo sumado a ello el sonido de las olas y la frescura de la mañana.
— Killua... ¿porqué yo? — preguntaste inconscientemente en voz alta, haciéndolo despertar.
Te dió un escalofrío al ver sus ojos abriéndose de golpe y te tiraste al suelo de un sentón apretando la toalla que envolviste alrededor de tu cuerpo para cubrir los espacios expuestos.
El asesino se incorporó buscándote con la mirada y al verte en el suelo cubierta solamente por una toalla, sonrió de tal forma atrevida que te paralizaste.
— ¿Es hora del desayuno?
Estaba confirmado, seguía hambriento.
ESTÁS LEYENDO
Alto ahí, gatito [+18]
FanfictionNo te tomas nada en serio, ni siquiera cuando te encuentras frente a frente con un asesino profesional. ¿Podrás ganarte su corazón o arruinaras todo como es tu costumbre? Deja de tener miedo a enamorarte, quizás esta vez sea tu turno de ser felíz. ...