N/A: Me funaron en el capítulo anterior por dejarlas a medias, no tengo perdón de dios pero aún así gracias por su paciencia. A partir de estos capítulos la historia contendrá continuas escenas explícitas, por favor, sé discreto.
Killua Zoldyck, asesino profesional, entrenado desde la infancia, puede resistir a voluntad y modificar su cuerpo para lograr una mayor duración en cualquier circunstancia.
Tú, un ser humano frágil, sin entrenamiento, ni mental, ni físico, ni teórico, metida en el lío más grande de tu vida.
No hay marcha atrás. Una adicción que hierve así sólo puede aumentar como la espuma. Un humano jamás podrá seguirle el ritmo a una bestia.
— Te tengo~ — sonrió entonando melodioso tomando tus piernas manteniendolas de par en par.
Fuiste engañada al pensar que lograrías dominarlo con caricias y besos. Y aunque valió la pena intentarlo, hiciste que sus ganas por tí crecieran.
No pudo esperar más, soltó un pequeño gemido y cerró sus ojos mientras hundía su caliente miembro entre tus piernas, expandiendo abruptamente en tu interior.
— ¡Aaah! ¡Killuaa! — doblaste ligeramente la espalda en un arqueo involuntario intentando soportar el repentino y extraño dolor, te dió un escalofrío en el cuerpo al sentir como si una capa de seda que te protegía se rompiera dejando correr una mancha ligera de sangre.
Killua ignoraba todo lo que decías a partir de ese momento, soñandose despierto nadando en un profundo y claro océano dentro de la cavidad húmeda que penetraba lentamente una y otra vez, acompañado de los gemidos continuos que hacías en respuesta a su ágil y certero movimiento, dándole la impresión de escuchar el canto armonioso de una sirena.
Un lugar del que difícilmente querría salir.
— Mírame. — ladeó tu rostro para verte fijamente, sus pupilas dilatadas reflejaban el deseo profundo de no dejarte ir — Mírame sólo a mí. No hay nadie más aquí. Si quieres que me detenga, tendrás que implorar.
— Y... y si quiero que sigas... — te arriesgaste a decir respirando profundo — ¿q...qué debo hacer?
Cualquier reacción tentadora habría sido más que suficiente para ti, por otra parte, Killua parecía mirarte como un lobo hambriento, apretaste sus brazos con las pocas fuerzas que tenías al verlo mostrar unos pequeños colmillos desde su atrevida sonrisa.
Pensaste que te morderia y arrancaría la piel ahí mismo, se adueñó de tu cuello tan sólo con sus labios, humedeciendolo con su lengua y chupando hasta dejar varias marcas alrededor.
Sumandole a todo, el vaivén que prolongaba cada vez más los gemidos que dejabas salir.
Te tenía poseída por la cintura con un brazo y tu pierna izquierda levantada con la otra mano.
Después de un rato comenzaste a sudar mientras él parecía apenas empezar.
Por supuesto que no tenías la misma resistencia y llegaste al clímax primero, delatandote mediante un orgasmo que te obligó a sostenerte de las sábanas.
El tiempo se detuvo para ti, respiraste agitadamente hasta recobrar la calma.
Habrían pasado menos de 10 minutos, pero estabas aturdida, procesando lo que acababa de ocurrir, Killua salió de tu interior, visualizaste entre sombras y luces tenues su escultural figura de pie, aún en una condición perfecta, listo para continuar.
— No cierres las piernas. — dijo separando tus rodillas y acercando su boca a tu vientre para besar tu ombligo. — Aún no he comenzado.
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Alto ahí, gatito [+18]
FanfictionNo te tomas nada en serio, ni siquiera cuando te encuentras frente a frente con un asesino profesional. ¿Podrás ganarte su corazón o arruinaras todo como es tu costumbre? Deja de tener miedo a enamorarte, quizás esta vez sea tu turno de ser felíz. ...