Alto ahí, gatito [+18]

24.- ¿En qué nos metimos?

— ¡Que lo pasen bonito! ¡felicidades por su matrimonio! — dijo entusiasmada la recepcionista del hotel.

— ¡Gracias! — gritó Killua agitando su mano al salir del hotel con una maleta pequeña. — ¡Seremos muy felices!

— Cállate y sube al uber. — lo regañaste desde dentro del auto completamente apenada.

Acordaste quedarte con Killua mientras encontrabas un nuevo trabajo, te cambiabas el nombre o mejoraba tu reputación, ahora que eras sospechosa de asesinato  no te quedaba de otra más que confíar ciegamente en el gatito inestable.

— Creo que ya no podré disfrutar de mi libertad para elegir a dónde ir, así que confío en que tengas buenas ideas, Killua. — dijiste sin mucho ánimo.

Te enfocabas en tu celular buscando cosas en Google como "Ganar dinero sin hacer nada" o "Apps para ganar dinero viendo videos" (no muy alejado de la realidad)

— Pensé en lo triste que te pones cuando estás mirando tu computadora y decidí llevarte a un lugar donde puedas relajarte.

— ¿Un spa? — preguntaste curiosa.

— Un barco. — te mostró dos boletos de pasaje. — ¡Nuestro propio crucero del amor!

Te pusiste tan felíz en ese momento, hasta que llegaron al puerto.

— Killua... es un maldito barco pesquero.

— Eso no cambiará la experiencia. — dijo el albino recibiendo un coscorrón de tu parte. — ¡auch!

En el fondo, Killua sabía que no importaba cuán lejos fuera, en cualquier momento lo iban a encontrar, pues él también era un fugitivo de su propia familia.

— El apellido de la familia no puede ser manchado por los caprichos de mi hijo, aunque se trate de un asesinato de poca importancia, no tolerare que siga jugando y desperdiciando el entrenamiento que se le ha impartido. Por eso te encomiendo esta tarea a tí. — sijo Silva Zoldyck al mayor de sus hijos. — Illumi. Trae de regreso a Killua y borra TODAS sus distracciones, esta será una lección para que recuerde a qué familia pertenece.

Oh gatito, ¿en qué nos hemos metido?