55.- Exorcismo de emergencia

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La desastrosa cena terminó, subiste a tu habitación para desempacar y mientras sacabas a Killua de su jaula de viaje, te quejabas arrepentida de tu decisión.

— No debí regresar aquí, Killua, no sé qué hacer...  perdí mis ganas de luchar, ahora no tengo cómo defenderme de nadie, tengo miedo. — abrazaste al gato buscando consuelo —  ¡¡Aah!! ¡¡no me muerdas!! — gritaste al intentar desprendertelo de la oreja.

En realidad, Killua dejó de tener conciencia al momento que bajaron de la balsa en tierra.

Cuando llegaron a la playa, buscaste alguna persona que pudiera dirigirte hacia el aeropuerto.

Un hombre extraño con finta de vagabundo que cargaba varios artefactos raros se te acercó en cuanto te vió por el camino que llevaba al pueblo, no se veía muy de fiar, así que te alejaste, hasta que dijo una frase que te hizo detener.

— ¿Lo que llevas ahí es un humano?

— Yo... — no sabías qué decir, te sorprendió que se diera cuenta — ¿cómo es que...?

— Perdóname, soy un viejo usuario nen, mi trabajo era detectar ese tipo de maldiciones.

— Eres un... — tardaste un poco en encontrar la palabra que Killua había dicho — ¿exorcista?

— ¿Quieres salvarlo? — preguntó el anciano después de asentir con la mirada.

— ¿Aún se puede? — tuviste fé al oírlo sugerir aquella opción.

El viejito se dió la vuelta y caminó por un sendero hacia una cabaña.

— ¡Espereme! ¡sí, sí! ¡mi respuesta es sí! — corriste detrás de él cargando al gatito.

Killua estaba sobre la mesa, jugueteando con las barbas del señor mientras este hablaba.

— Para un exorcista ordinario como yo es complicado traer de regreso una maldición en estado avanzado o terminado, pero podríamos hacer el intento, no tenemos nada que perder, si no funciona, simplemente seguirá siendo un gato y... ¡deja de jugar con mi barba! — jaloneó peleando con el gato.

No estabas segura si ese señor podría ayudarlos, pero accediste ya que no tenías otra esperanza, ayudaste a sostenerlo para mantenerlo quieto mientras el hombre hacía ademanes extraños

— No puedes verlo, pero mi aura está emergiendo sobre él.

— Yo sólo veo que usted está bailando como un loco. — evidenciaste los saltos raros y movimientos de baile callejero del señor. — no se vaya a lastimar la espalda.

Alto ahí, gatito [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora