1.- Alto ahí, gatito

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Vas a ese supermercado aunque odias hacer las compras de la casa, desde que cumpliste 16 vives sola e intentas ser independiente, en realidad llevas una semana siéndolo y no era exactamente como esperabas.

Trabajas y estudias en línea al mismo tiempo, por suerte tu profesión te permite moverte libremente por el mundo, eres nómada digital y donde quiera que estés sólo necesitas una laptop e internet.

Recién comienza el día para tí sin tomar en cuenta que el reloj marca las 10 am. Duermes tarde y tú alimentación apenas es buena.

Estar en ese lugar empujando un carrito de compras con artículos para una sola persona es aburrido. Te apena un poco cuando alguien observa tu mercancía.

1 pasta dental mediana.
1 desodorante.
1 jabón de baño.
1 shampu pequeño.

Y mucha comida chatarra variada, ah, pero en cantidades pequeñas porque crees que así guardarás la línea. No sé, cosas tuyas.

Llegas al pasillo de los dulces porque ya eres casi una adicta a ellos, los chocolates te mantienen despierta y recientemente viste una recomendación publicitaria en internet.

Si eres de esas personas que no pueden dejar de comer chocolate, te recomendamos los Chocorrobots, son pequeños y perfectos para pasar el rato o tener una botana saludable para compartir ya que contienen cacao 100% natural y existen en variedad, algunos incluyendo pasas, nueces o almendras, entre otras semillas y frutas deliciosas, no dejes pasar la oportunidad de probarlos y cuéntanos qué te parecen.

Es genial, de sólo escuchar la palabra chocolate ya habías dicho "Sí" mil veces en tu cabeza.

Planeabas comprar una de cada sabor para probar todas. Tomaste una de nuez, una de almendras, una de cajeta, una de rompope, una de pasas, una de chocolate negro, de chocolate blanco y para no dejar el vicio ya sólo faltaba una de sabor original, de cacao 100% natural.

Para tu mala suerte, ya sólo quedaba una y la tenía en sus manos un chico aparentemente de tu edad con el cabello blanco y ojos azules enormes poniendo una cara felina al tener dicha caja en sus manos.

No en tu guardia. Ibas a conseguir esa caja sí o sí.

— ¡Alto ahí, gatito! — Gritaste apuntandolo como toda una perdedora con la voz ronca por no dormir bien. Pero al menos lo hiciste sobresaltarse un poco, y claro, ¿quién no lo haría? 

No todos los días te grita un ogro.

Alto ahí, gatito [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora