SUPERLUNA (NamSeok/VKook)

63. SUNSOUL

👀Volví 👀

Después de aquella emotiva despedida con Hoseok, Min Ho emprendió su camino junto a Moon Byul y otros cuantos lobos. Ocho horas de viaje les tomó llegar hasta la manada de Sun Bin, la madre del cachorro que llevaba en sus brazos.

Al llegar a ese lugar, Min Ho pudo notar el aspecto lúgubre que todavía conservaba después de haber llevado a cabo el velorio de un integrante importante para la manada y a pesar de no ser tan tarde, las calles se encontraban casi vacías. Sahumerios e inciensos se ubicaban a lo largo del camino, cosa extraña que fue atribuida a la forma que tenía esa manada de despedir a sus muertos.

Sun Bin y el líder de esa manada salieron a su encuentro. La omega le arrebató al niño en cuanto lo vio, para luego, en medio de las lágrimas, agradecer y salir corriendo del lugar.

-Disculpen su grosería- Habló el líder de esa manada. -Está muy agradecida con ustedes, pero también teme que extraños vuelvan a quitarle a su bebé.

-Lo entendemos- Respondió Min Ho

-Supongo que vienen cansados. Por favor, permítanme compartir mi mesa con ustedes- Min Ho y sus hombres fueron dirigidos a un gran salón ubicado en lo que suponían era la casa del líder de la manada. Al igual que afuera, la casa también se encontraba repleta de sahumerio e incienso. Cosa extraña, pero que por el momento decidieron ignorar.

La comida fue servida en la gran mesa, acompañada de una copa de vino. -Agradezco mucho lo que hicieron por nosotros, han devuelto la felicidad a una madre y nunca seremos capaces de pagarles por ello- Aquel anciano hablaba y hablaba, pero nunca tocaba su comida. Disimuladamente, miraba hacia los lados en busca de alguien, cosa que no pasó desapercibida ni para Moon Byul, ni para Min Ho.

-¡Paren de comer!- Ordenó Moon Byul a sus hombres, mientras Min Ho olfateaba la comida que tenía frente a él.

Aquel hombre soltó una carcajada al ver como lentamente los parpados de sus invitados se fueron cerrando. -No estaba en la comida, el somnífero se hallaba en el incienso que llevan oliendo desde que llegaron. ¡Ah! Y el sahumerio sólo es para cubrir el olor de mis otros invitados.

Min Ho luchaba por mantenerse en pie, pero su cuerpo lo traicionaba. Lo último que pudo ver antes de caer inconsciente fue el desagradable rostro de Sung Rok que peleaba con aquel viejo porque Hoseok no se hallaba en el lugar.

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Al despertar se halló así mismo atado a unas cadenas que extendían sus brazos a lado y lado, además de un incómodo collarín de metal que sujetaba su cuello. Frente a él, Moon Byul y sus hombres se encontraban en la misma condición.

A un costado de dónde se encontraban, un hombre de aspecto extraño calentaba un hierro en una fogata improvisada.

-Yo te maté una vez hace tiempo- Sung Rok apareció en su campo de visión. -Vi lo que ese chico hizo, él fue capaz de matar y dar vida en una sola noche, es maravilloso.

-¡Maldito desgraciado! Te voy a matar- Min Ho se removía intentando soltar sus cadenas, cosa que resulto ser inútil.

-Si claro, como digas- Se burló Sung Rok. -, mientras tanto ¿Por qué no llamas a Hoseok para que venga? La fiesta no está completa si no está él.

-¿Crees que voy a traicionarlo? Estás loco- Sin previo aviso, Sung Rok estampó el hierro caliente contra el abdomen de Min Ho, haciéndolo gritar de dolor.

-Tal vez así te muestres más colaborativo- Min Ho escupió al alfa y este lo golpeó en el rostro con la misma barra caliente. Así pasaron treinta minutos, a estas alturas el rostro de Min Ho era irreconocible. -¿Y si torturo a tú amiguita también vas a seguir siendo así de obstinado?