Diferente, eso era Hoseok. Él y su hermano querían llevar una vida "Normal", pero en vez de eso tenían que batallar para poder sobrevivir en un mundo donde los sanadores como ellos eran codiciados por sus habilidades.
Cientos de flores blancas decoraban las calles de la manada Lunar, la gran estatua de un lobo blanco que se hallaba situada en la plaza principal estaba rodeada por velas y hermosos arreglos florales que la gente traía ya que hoy se cumplían cinco años de la muerte de Jung Hoseok y era la forma que tenían de mostrar su agradecimiento al omega por todo lo que había hecho.
Para estas fechas, gente de otras manadas venían a ofrecer sus respetos y gratitud al alma del omega, la gente compartía un ameno momento donde se ofrecían cantos, comidas y bebidas. Era un acto simbólico que se hacía cada año desde que Hobi murió y se celebraba no sólo en la manada Lunar, sino también en otras partes del país.
-Cada vez asiste más y más gente- Comentó Yoongi a Jungkook. -Haz hecho un gran trabajo organizando todo esto y encima te desenvuelves bien dirigiendo la manada.
-No exageres, sabes que solo estoy a cargo de la manada por un par de días hasta que mi hermano vuelva y retome su liderazgo- Como ya se le había hecho costumbre, Namjoon desaparecía el día del aniversario de la muerte de su omega, dejando la manada a cargo de su hermano menor. Ya todos sabían que ese día el alfa se iba siempre al lugar donde reposaban los restos de su amado y duraba varios días allí. A veces perdía la noción del tiempo y Yoongi tenía que ir a buscarlo para que el alfa no muriera de hambre o frio.
-Lo sé, pero también sé que Namjoon te está preparando desde hace tiempo para que tu seas el nuevo líder de esta manada- Yoongi suspiró pesadamente. -Él..., él no quiere seguir viviendo- Dijo el alfa con gran pesar. -, mi pobre amigo está sufriendo demasiado. Cada vez que voy a buscarlo a aquel barranco tengo miedo de encontrarlo muerto.
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-¡Ey! Hace rato que no venía a verte- Habló Namjoon a la tumba que estaba frente a él hermosamente arreglada con flores y con la foto de un sonriente Choi Min Ho. -Hoy iré a visitar a Hobi, pero..., no sé si vuelva. Tal vez ya va siendo tiempo de que me reúna con mi omega y sí, sí, sé que siempre te digo eso, pero no es mi culpa que mi lobo siempre me impida tomar el camino más rápido para llegar a él
>>¿Tú lo has visto? ¿Estará contigo ahora? Mmmm... eso debería darme celos, pero lo dejaré pasar porque no quiero que mi bonito Hobi se sienta solo donde quiera que esté- Nam se agachó dejando una rosa blanca sobre la tumba. -Descansa en paz, Min Ho.
Con este breve saludo/despedida Nam emprendió su camino. Le tomó alrededor de tres horas y media en carro llegar a su destino. Tomó el gran ramo de girasoles que traía con él y se bajó del vehículo para adentrarse al bosque que lo llevaría a la que ahora era la tumba de su omega, un enorme barranco rodeado nada más que por frondosos árboles.
El solo hecho de estar en ese lugar hacía que el corazón de Namjoon se estrujara. Tomó una gran bocanada de aire y comenzó a adentrarse en el lúgubre paisaje. Cuando por fin llegó se puso de pie justo al borde del precipicio. -Ayer volví a soñar contigo- Comentó el alfa al viento. -Era el mismo sueño de siempre, tú como siempre tan hermoso, luciendo tan adorable con esa enorme panza de embarazado. Te veías tan perfecto, mi amor.
