SUPERLUNA (NamSeok/VKook)

40. No le digas a nadie

Empezaban a caer las primeras horas de la noche, el cielo aún no se tornaba completamente oscuro, se veía despejado y prometía ser una preciosa noche estrellada.

Hobi, iba de camino al hospital para encontrarse con su padre Siwon, tenían que trabajar en algunas cosas, así que seguramente pasarían la noche allí. Todo iba bien hasta que empezó a sentir una ligera molestia en su nariz.

Aquella molestia se fue intensificando de manera acelerada, Hobi sintió que su garganta se cerraba y quemaba cada vez que intentaba respirar. Era claro, se trataba de otro ataque a la manada y otra vez su enemigo se aprovechaba de su sensible olfato.

Después del último ataque, Hobi y Siwon empezaron a trabajar en unos filtros que le permitirían a Hoseok evitar respirar las sustancias que hubiera en el aire, por eso, el omega se apresuró a llegar al hospital. Su cabeza y garganta dolían como el demonio, está sustancia era diferente a la anterior, se sentía mucho más pesada.

El camino hacia el laboratorio donde estaba su padre se le hizo eterno, tuvo que apoyarse de las paredes para poder seguir caminando. Vagamente escuchó que alguien gritaba su nombre y al intentar enfocar su vista un poco más, se dio cuenta que se trataba de Taemin, con sus últimas fuerzas le pidió al omega que alertara del ataque a cualquiera de los Kim. Luego todo fue oscuro, había perdido la conciencia.

Taemin empezó a gritar para pedir ayuda, no pasó mucho tiempo antes de que Siwon viniera a socorrer a su hijo.

-¿Qué pasó? ¿Por qué Hobi está así?- Preguntó desesperadamente Siwon

-No lo sé, lo encontré así en el pasillo. Me dijo que advirtiera a Namjoon o al señor Kim que nos estaban atacando- El omega estaba al borde de las lágrimas y fue peor cuando vio la cara de terror que puso Siwon al escuchar sus palabras

-¡Corre! No pierdas tiempo, debes alertar a todos del ataque- El omega se quedó pasmado ante esto ¿Un ataque? No entendía que pasaba. -¡Corre, maldita sea! No hay tiempo que perder.

De manera mecánica los pies de Taemin empezaron a moverse. Mientras tanto, Siwon hizo que llevaran a su hijo a una de las camillas y fue rápidamente en busca de los filtros en los que habían trabajado. Varios sanadores intentaron hacer volver en sí al chico, pero no funcionaba.

Siwon, intento contrarrestar el efecto de aquella sustancia que estuviera afectando a su hijo con ayuda de algunos fármacos, además, tuvo que ponerle una mascarilla de oxígeno ya que su respiración se había vuelto irregular. El pobre alfa ya estaba al borde de la desesperación, su hijo no reaccionaba y no ayudaba en nada el bullicio que empezaba a escucharse afuera.

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Minutos antes, Jimin descansaba plácidamente en su cama. Ese día en particular se sentía fatal, cansado, sensible, mal humorado y muy hambriento. Alguien toco el timbre de su casa y refunfuñando, el omega bajó a abrir, jurando que iba a maldecir a quién se había atrevido hacerlo levantar.

-¿Señor Jimin?- Preguntó uno de los hombres que había tocado el timbre.

-Sí ¿Quiénes son ustedes? No son de por aquí, nunca antes los había visto.

-No tenemos mucho tiempo para explicarle, pero... Venimos de parte de Choi Seun. Ella quiere verte.

-¿Qué? No... no puede ser posible, mi madre está muerta

-No lo está- Afirmó uno de los alfas. -Seun no se encuentra en las mejores condiciones ahora, pero ella está viva. Mira, no puedo decirte todos los detalles porque no tenemos tiempo, pero nosotros le debemos la vida a tu madre, ella nos ayudó a escapar del lugar donde nos mantenían prisioneros puesto a que somos sanadores.