2. El primer hijo de la Superluna

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Los hombres lobo habitaban en la tierra, pero no eran los únicos que allí Vivían. La tierra al ser un lugar tan completo, tan único y tan maravilloso, capaz de suplir las necesidades básicas de cualquier existencia, albergaba en ella una infinidad de especies, entre las cuales resaltaban los hombres lobo y los humanos, siendo estos últimos quienes se encontraban en mayor número. A medida que la población en la tierra aumentaba, también lo hacía el egoísmo e individualismo. Llegó el punto en el cual empezaron a destruirse entre especies. Muchos se extinguieron al no poder defenderse, mientras que otros seguían sumidos en la lucha. Tal era el caso de los hombres lobo y los humanos. Poco a poco la población de cambia-formas fue disminuyendo considerablemente, a tal punto que los humanos dejaron de prestarles importancia y empezaron a colonizar sus propias tierras.

Al final de esa guerra absurda, los pocos cambia formas que quedaban se encontraban dispersos en la tierra, esto hizo que se formaran diferentes manadas que tenían como objetivo aumentar su población. Fue un proceso lento y difícil, ya que los pocos lobos que quedaban se encontraban débiles y enfermos. La Luna al ver esto decidió ayudarlos.

Se acercaba el momento en el cual la luna tendría su máximo acercamiento a la tierra. Cuando esto ocurría se podía observar una luna más grande y brillante. Aprovechando que esto le daba un poco más de poder en la tierra (Aunque solo fuera por tres horas), decidió concentrar un pequeño manojo de energía en una joven omega la cual estaba a punto de parir. La criatura nació en el lapso de tiempo en el cual la Superluna estaba presente. Al pasar el tiempo el niño creció desarrollando habilidades excepcionales, su sentido del oído y olfato eran extremadamente agudos, su habilidad mental no podía compararse con nada. A su corta edad ya hablaba, pensaba y sabía cosas que solo un mayor (con mucho estudio) comprendería. Pero eso no era lo fascinante, un día por casualidad descubrieron que el niño tenía el don de sanar.

Conforme pasó el tiempo, el niño se dio cuenta que no solo tenía el don de sanar, sino que por alguna extraña razón podía quitarle la vida a alguien con solo mirarlo y desearlo. Este descubrimiento lo aterró ¿Qué tipo de monstruo era? –pensó- Decidió no compartir este secreto con nadie, sabía que nada bueno saldría de eso. Por un lado, empezarían a tenerle miedo y por el otro, no faltaría quién quisiera aprovecharse de la situación.

A sus 16 años, como era normal en un cambia-formas, se presentó como un alfa. Sus habilidades incrementaron notoriamente. Nadie era capaz de meterse con él. Unos años más tarde se convirtió en el líder de su manada y formo una familia con una tierna omega, quien le dio dos hermosos hijos. Sus hijos solo heredaron su poder para sanar, aunque no era tan potente como el suyo. Irónicamente, su manada y su familia se habían convertido en la debilidad del Alfa, estos eran atacados constantemente por otras manadas que querían derrocarlo. La presión fue demasiada, tuvo que ver morir a muchos de sus seres queridos, no podía sobrellevar esa carga, no podía dejar qué el clan Jung, su clan, desapareciera. Así fue como decidió darle fin a su propia vida.

Tiempo después los hijos del Alfa fueron teniendo descendencia, heredando los poderes de sanación de su ancestro. Las diferentes manadas fueron creciendo poco a poco, se generaban alianzas o disputas entre clanes. Poco a poco se conocieron los poderes curativos de los Jung y cada manada quería tener un miembro de esta familia en su propio clan. Fue una dura época para los Jung, quienes trataban fervientemente de mantenerse con vida.

Pasaron 700 años para que naciera el segundo hijo de la Superluna y otros trecientos para la llegada del tercero. En este lapso de tiempo, las guerras entre manadas eran constantes y el motivo seguía siendo el mismo, PODER.

El segundo y tercer hijo de la Superluna corrieron con la misma suerte del primero. Alrededor de ellos se formaban campos de sangre, una matanza tras otra. La Luna enfureció, empezaron a ocurrir desastres naturales de magnitudes mortales. Fue así como muchos cambia-formas perdieron la vida, reduciendo nuevamente su número de población. Además de esto, en los años posteriores, la fertilidad de los omegas y de las betas se vio afectada. Para cada omega o beta era un poco difícil quedar en cinta. Era una rareza tener 2 hijos aunque ya había casos.

Esto sin duda era un gran problema, y a eso debían sumarle que los bebes que nacían justo en la noche y hora en que la Superluna estaba presente, dicho niño fallecía al instante, entregando así, su energía para apaciguar la ira de la Luna. 

SUPERLUNA (NamSeok/VKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora