𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

S2 - CAPÍTULO EXTRA - II

PLAYING GAMES
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El espíritu deportivo, algo que puede llegar a unir a una comunidad para apoyar a sus equipos al competir.

Y Hawkins no es la excepción a esto, de hecho la mayoría de los habitantes se preparan para ver a los Tigres del instituto del pueblo contra los Piratas de Bloomington; en un partido de básquetbol.

Un ambiente alegre reinaba por cada rincón del lugar. Principalmente en el instituto donde pancartas anunciaban la fecha del evento en el gimnasio. Así como el arduo y constante entrenamiento de los jugadores para el gran momento decisivo que les exigía mucho más de lo normal a los jugadores.

Días previos el entrenador del equipo no desistió de los ejercicios extremos para llevar sus cuerpos al máximo y continuas jugadas que repetía vez tras vez hasta que todo fuera perfecto.

— Siento que voy a morir. — expresa agitado Harrington. Corriendo alrededor del gimnasio otra vez.

— No seas dramático. — debate Billy a su lado. Ambos corrían a la par puesto que el entrenador les dijo que debían pasar más tiempo como el dúo dinámico que pensó que les haría ganar en la competencia.

Honestamente también el californiano estaba cerca de colapsar pero no dejaba demostrar aquello.

— No lo soy. — objeta el castaño — Solo que mis piernas están a punto de romperse. — alega por el dolor en ellas. Se sentían muy frágiles de tanto esfuerzo.

— ¡Muevan esas piernas, señoritas! — ordena el entrenador a todo el grupo, que jadea en una queja. Ya no podían más.

— Sabes, en estos momentos quisiera que un demodogo lo atacara. — comenta Steve con rencor al hombre con el silbato.

Hargrove suelta una ligera risilla por lo dicho.

— ¡Harrington, Hargrove! — se escucha la voz del entrenador — ¡No es momento para su cacareo! — demanda por su charla.

Los dos jóvenes bufan molestos pero se limitan a seguir trotando.

Concentrados en su tarea, no ven llegar a Fëanor que llega con un par de cosas entre sus manos. Había estado junto a Jonathan y Nancy en el estudio de fotografía hasta que su "primo" terminó de revelar las fotos. Así que se fue a la cancha para regresar a casa con su novio.

Que vislumbra inmediatamente con los otros estudiantes exhaustos y sudorosos corriendo por el campo. ¿Cuánto llevarían ya haciendo lo mismo?

Steve se notaba también muy cansado, más que el rubio, y creía que podría derrumbarse en cualquier instante. Tenía que intervenir.

— Entrenador. — llamó al hombre al acercarse más.

— ¿Qué quieres, Ivers? — interroga mirándola de reojo, la conocía por siempre estar en la mayoría de los entrenamientos de Harrington y sabía que era la pareja sentimental de Hargrove.

— ¿No cree que debería dejarlos descansar? — propone mirando a los muchachos.

— Necesitan estar preparados para el partido. — se excusa el entrenador sin mirarla.

— Si pero a este ritmo estarán tan cansados, o incluso lastimados, que no podrán competir. — destaca por la sobrecarga en sus cuerpos.

El hombre parece meditar en ello unos segundos con el ceño fruncido. Quizás era demasiado.