𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

CAPÍTULO VEINTICINCO - II

I NEEDED
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Tan repentino se hace el alboroto que la pelinegra no entiende cómo sucedió todo. Estaba distraída con el trío de chicas que se arremolinaron junto a ella por un accidente.

Justo cuando iba a intervenir ya que su advertencia verbal fue ignorada, Steve aparece saliendo de los vestidores. Mira la escena y se dirige a su amiga. — ¿Pero qué? — pregunta confundido.

Fëanor le da una mirada de preocupación. — Por favor. — pide en un susurro.

Que el castaño interpreta como una petición de auxilio.

Rendido suspira. No podía creer que tuviera que intervenir en una pelea con su antiguo amigo y el chico que la última vez casi lo deja moribundo. 'Ay mierda', sopesa.

Se lanza hacia los involucrados. — Hargrove, ya basta. — decreta tomándolo fuertemente del hombro.

Perdido en la euforia se gira hacia la persona que lo interrumpe. — ¡No te metas, Harrington! — exclama empujándolo con fuerza. Lanzándolo contra los casilleros contrarios.

Fëanor está desesperada porque observa al californiano demasiado alterado para detenerse. Y se lamenta porque no podía usar sus poderes enfrente de todos para llamar su atención.

Así que se arriesga a interponerse ella misma otra vez.

Camina hacia el rubio y evitando el mismo error de la vez anterior, ahora se pone detrás de él.

Y en el momento en que este iba a lanzar otro golpe ella se apresura para aferrarse a la espalda de Hargrove. — ¡Ya basta! — demanda firme.

Billy inmediatamente se detuvo al sentir los brazos de la azabache rodearlo. Aún respira agitado y su mano sigue en alto hecha un puño, mientras la otra aún sujeta a Tommy H.

— Déjalo, Billy. — exige en voz baja.

Todos los demás alrededor miran la escena incrédulos. Por primera vez alguien había hecho que el muchacho colérico se detuviera sin usar la fuerza.

Steve está sorprendido por ambos. Su amiga sin importar salir lastimada se abalanzó a ir, y el otro que actuaba salvaje, se detuvo en el mismo instante que una inesperada acción lo pasmó.

Definitivamente algo había en ambos que sucedía. Tan fuerte como para ser la calma uno del otro.

— Billy. — insiste ella pronunciando su nombre.

Hargrove trata de nivelar su respiración y con pesar obedece la petición. Suelta a Tommy H. con brusquedad y este se queja en un gruñido. De no ser por Ivers, a quien insultaba, el nuevo rey lo hubiera molido a golpes hasta saciarse.

La ojigris también afloja el agarre y ve como Billy le da una mirada severa. No estaba feliz de que impidiera darle una paliza al otro.

Sin decir nada toma sus pertenencias que habían caído al suelo y se aleja caminando con molestia.

Ivers no puede dejarlo ir en ese estado. — Yo debo… — anuncia en dirección al castaño.

Harrington da un ligero asentimiento, sabía que tenía que ir con él.

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Billy olvida totalmente que debía ir al gimnasio para el entrenamiento. Su enojo es algo que no puede desaparecer enseguida.

Necesita expulsarlo, no puede retenerlo.

Aunque el hecho de que la ojigris haya logrado detenerlo lo ha descolocado un poco. Le había permitido indirectamente otorgarle el poder a una chica para controlarlo.