𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

CAPÍTULO VEINTIUNO - II

UGLY TRUTH
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Enseguida llega a su vehículo y ve la silueta de la joven en el interior del lado del copiloto.

Abre el lado de su puerta e ingresa.

— Ten. — le entrega el botiquín que ella agarra.

Pone su mano en la llave que había dejado puesta y enciende el motor.

Avanzan unas calles y él se detiene causando que ella lo mire confundida.

— ¿Por qué te detienes? — curiosea.

— Hay que atender tu herida. — responde.

— Estoy bien. Puedo hacerlo más tarde. — alega pensando que ya habían perdido mucho tiempo.

— Lo dices como si fuera lo más normal del mundo tener una herida causada por un maldito animal. — comenta incrédulo.

¿Cómo podía una chica tan indefensa a simple vista soportar tan bien el dolor?

'Tampoco es que fuera la primera vez que salgo lastimada así', recordando las múltiples veces que la dañaron en el laboratorio y estando en el mundo del revés.

— Además, si no se atiende eso. — prosigue señalando la herida — Mancharas mi auto de sangre. — alega para no sonar tan preocupado. — Ya suficiente tengo con las abolladuras. — alude cuando esas cosas se abalanzaron.

— Eso no es mi culpa. — protesta. Él había decidido quedarse con ella.

Aunque jamás iba a adivinar que hubieran sido tantos sabuesos.

— Sí bueno, — restando importancia — hay que curarte. — repite.

Fëanor expulsa el aire molesta pero accede. Jala la manga de su blusa y pasa su brazo por debajo para dejar ese lado al aire solamente.

El californiano traga saliva con su accionar, no era la mejor forma que imagino que ella se sacara la blusa para mostrarse ante él ya que solo era por una circunstancia distinta.

Pero inevitable no pudo evitar sentir una sensación placentera que se esfumó tan rápido como llegó cuando mira las marcas de garras ensangrentadas. ¿Había soportado tanto tiempo así?

Cualquier otra chica ya se estaba muriendo si se cortaba el dedo con una hoja de papel.

No obstante, eso no fue tan impactante como ver algunas cicatrices viejas que denotaban que fueron graves en su momento.

¿Qué vida había llevado Fëanor Ivers?

Omite sus deliberaciones cuando toma el botiquín y lo abre para sacar una pequeña botella de alcohol y algodón para limpiar la zona.

— Va a arder. — avisa teniendo el algodón empapado.

— Mhjm. — emite en respuesta.

Enseguida siente el ardor en su piel pero sólo hace una mueca. Más no hace que Hargrove se detenga. Y él prosigue al no ver queja.

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El californiano aplica un poco de pomada para que ayude a sanar pronto. Luego le coloca una gasa e intenta que cubra la mayor parte posible; termina poniendo cinta para detener que se caiga la gasa.

— Listo. — murmura lanzando su aliento sobre el hombro de ella.

Fëanor no puede evitar sentir un ligero escalofrío a causa de ello.