𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

CAPÍTULO VEINTICINCO - III

TRAPPED MIND
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Billy Hargrove finalmente había logrado lo que sus deseos impulsivos ansiaban. Había besado a Fëanor Ivers.

Aquella chica que por primera vez en toda su podrida juventud lo enloqueció por completo, y lo traía rendido a sus pies como un tonto enamorado. ¿Enamorado?

Quizá fuera una exageración definirlo así, pero desde el instante en que degustó los labios cálidos, acunó en su mano el rostro terso y estrechó su pequeña cintura contra su cuerpo; ahí supo que era la persona indicada para tenerla a su lado.

Ninguna chica le hacía sentir lo que experimentaba con ella. No sólo tener un simple momento de intimidad, como con los demás encuentros casuales y esporádicos con las muchachas. No, Fëanor se había vuelto su excepción.

El joven que alardeaba de ser un casanova se evaporó. Ivers reinventó su estilo de vida sin siquiera darse cuenta o pedirlo.

Y a pesar de todo esto, la ojigris parece no entender lo que él siente por ella. O al menos percibir algo.

Fëanor había estado esquivandolo todo el día desde la tarde anterior.

La besaba por todas sus ansias contenidas desde que su ser empezó a desearla.

No pudo retener más sus emociones. Necesitaba besarla.

Y sus labios demostraban su sentir al moverse sobre los de ella. Que permanecían estáticos hasta que comenzó a percibir un ligero movimiento en ellos.

¿Era recíproco su sentir? ¿Le gustaba?

No pudo saberlo más pues alguien llegó de repente. — ¡Oh cielos! — exclama una voz sorprendida.

Inmediatamente se separan y observan a la enfermera al pie de la puerta.

— No creí que estuviera alguien aquí… — señalando impactada de ver a la pareja y con cierta pena por interrumpir el momento entre los jóvenes.

La azabache nerviosa niega. — Nosotros solo… — intenta explicar pero su voz se queda atrapada. Vuelve la vista al rubio y traga saliva.

Quien la observa fijamente esperando cualquier movimiento de su parte.

— Está bien, — intercede la mujer — yo simplemente olvidé algo. — explica en dirección a su escritorio.

Fëanor asiente haciendo una mueca. — Lo siento… — murmura y toma sus pertenencias — Ya nos vamos. — mirando de reojo al californiano.

Sin esperar que su acompañante coincida con la acción, se apresura a salir de la enfermería.

Justo como ayer, solo quedó la figura dándole la espalda como ahora que la observa alejarse rápido de su radar. Ondeando su cabellera oscura y la cabeza abajo.

¿Qué significaba su huída?

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Jonathan mira a su amiga comiendo el almuerzo con la vista baja, perdida y agobiada desde el día anterior. Steve y Nancy desconocían el motivo de su actitud, no obstante él sí lo sabía, y era Billy Hargrove.

Llegó al cuarto de revelado de pronto.
— ¿Qué pasa? — cuestionó confundido al verla ahí.

Había dicho que iría al gimnasio mientras él estaba ocupado.