𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

CAPÍTULO VEINTITRÉS - I

MIX OF SENSATIONS
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El automóvil de Jonathan se estacionó en el terreno de su hogar. Aún estaban las luces y el vehículo de Bob Newby aún permanecía ahí.

Retiraron sus cinturones pero el joven observa a su amiga. — Creo que debes limpiarte un poco de la cara y el cabello — sugiere señalando su aspecto sucio que denotaba que no habían ido a un lugar tranquilo con los demás.

Ivers no se había percatado siquiera; se observa por el espejo retrovisor y retira los restos de tierra en su rostro y una que otra hoja en su cabello.

En lo que ella hace eso, el castaño llama a Will para que se despierte. — Will, — insiste su hermano — ya llegamos a casa. — lo remueve el muchacho.

Will balbucea unas cosas que indican que sigue adormilado, así que su hermano abre la puerta para ayudarlo a levantarse.

Fëanor una vez lista también abre su puerta, observa que el menor tiene a su lado el botiquín que el rizado le había prestado.

¿Qué hacía ahí? Creyó haberlo entregado.

Cuestionó curiosa al pequeño Byers y él contestó. — Dustin me lo dio. — murmura ya más espabilado. Lo entregó a él pues ella estaba ocupada con el rubio.

La pelinegra toma el objeto y se lo lleva consigo.

Los tres ingresan a la casa y se escucha la televisión encendida. También se ve a la pareja salir de la cocina hacia ellos al oír el ruido de la puerta abriéndose.

— Chicos, que bueno que llegan. — expresa Bob — Su madre estaba preocupada. — anuncia sabiendo que no tenía noticias de ellos hace rato.

— Estuve a punto de llamar a Karen si sabía de ustedes. — informa Joyce, pues no informaron a dónde o cuánto tiempo se irían.

— Sí, lo sentimos. — dice apenada la muchacha. Y los otros dos asienten coincidiendo.

— Se nos pasó el tiempo y olvidamos avisar. — se excusa Jonathan.

La mujer suspiró rendida. — Bien, si no han comido, la cena está en la nevera. — cambia de tema — Solo deben calentarla. — indica, yéndose a sentarse de nuevo en el sofá con su novio.

Los chicos agradecen y calientan un poco de comida, luego se llevan sus platos a la habitación de Will.

Al terminar, los jóvenes se van a la otra recámara. Fëanor se cambia de ropa antes de ropa mientras Jonathan se cepilla los dientes.

Observa la chaqueta que el californiano le prestó, y piensa que cuando la entregue podría aprovechar para decirle la verdad. Esperando que nada cambie entre ellos; si no es que ya lo hizo.

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A la mañana siguiente todos se disponen a desayunar. Bob se había quedado nuevamente a dormir así que también los acompañaba.

Ingiriendo los alimentos, una duda persiste en la madre de familia.

— Fëanor, — la llama y esta levanta la vista mientras sostiene un vaso de jugo — ¿Fue mi idea o traías una chaqueta de cuero ayer? — ya que no recordaba haberla visto antes y menos que la llevara puesta con ella la tarde anterior.

Escuchar eso hace que la pelinegra se atragante con un poco de líquido que justamente bebía.

— Cariño, ¿estás bien? — pregunta con preocupación.