CAPÍTULO VEINTISIETE - V

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IT'S BACK
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La situación se había salido de control a un nivel inexplicable. Al menos para el californiano.

Todo en Fëanor Ivers era nuevo y distinto. En definitiva, a su lado sería una aventura cada día. Sin embargo, no le importa tomar ese riesgo.

Aunque la petición que le hizo después de luchar una batalla campal con unas bestias desconocidas fue algo que terminó por culminar en lo alucinante. Había tenido que cerrar una herida con las indicaciones tan rústicas que pensó de una manera muy rápida, y que no parecía tener temor de hacer algo tan doloroso.

Debía admitir que eso le gustaba, su valentía, atrevimiento y rudeza que poseía. Justo como en la mañana que lo sorprendió al pedir que la besara. Honestamente esa declaración parecía que fue hace una eternidad después de todo lo que sucedió en el día.

Y ahora ella seguía inconsciente encima de su auto después de algo que nunca creyó hacer. Cosa que le hizo sentir un escalofrío cuando escuchó su dolor al sentir el metal sobre su piel, y ver cómo sus ojos dejaban salir las gotas saladas rodar a través de sus mejillas.

Fëanor Ivers era increíble. 

Se hacía preguntar si él era suficiente para la ojigris. Parecía que no valía la pena tenerlo a su lado.

Más estaba equivocado, para la joven el rubio era muy importante. Por eso le preocupaba tanto su opinión de ella sobre sus poderes. Ambos no se daban cuenta que eran perfectos uno para el otro. Aún con sus almas rotas, funcionaban bien juntas.

Billy tras deliberar, aprovecha para revisar el brazo de la mordedura, sabe que la muchacha no le dirá si está grave.

Internamente piensa que son demasiado similares en ese aspecto. Guardan todo para ellos mismos. Aún si es demasiado dolor y sufrimiento. Ambos tendrán mucho en que trabajar. Cuidarse uno del otro.

Revisa atento el lugar y observa algunos dientes marcados. Aparentemente no demasiado profundas como para preocuparse como con la del abdomen.

Vuelve a cubrir su brazo y dirige la mirada al rostro de ella. Todavía tiene la sangre en su nariz del esfuerzo que hizo con su piroquinesis; debería de haber sucumbido en la oscuridad desde antes pero soportó aún más. Limpio aquello y aprovecha también a quitar el rastro de lágrimas de sus mejillas sonrojadas.

Ivers con aquel tacto poco a poco va recuperando el conocimiento. Abre sus ojos con lentitud, logrando visualizar al californiano frente a ella.

— Billy… — musita, removiéndose.

— Hey, Flamita. — saluda, mientras regresa a su posición.

— ¿Me desmayé? — pregunta, intentando levantarse.

— Sí, — asiente — un rato. — menciona, ayudándola a ponerse de pie.

Estaba muy agotada y adolorida que el sueño cobró su cuota; un poco al menos.

— Hay que volver a casa. — expresa, habían perdido mucho tiempo. Hargrove espera que ella se apoye en él otra vez. Quien enseguida pone su brazo en el hombro del joven. — ¿Crees que ellos también volvieron? — refiriéndose a los chicos que no se ven alrededor.

Quizás ya se fueron a casa y están con el resto. Al menos eso se espera.

— Supongo. — contesta él. Era preferible que así fuera. No sería muy bueno llegar a casa con su padre y Susan y anunciar que unos animales de otra dimensión mataron a su hermanastra.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora