MENTAL AND PHYSICAL FIGHT _______________><________________
La mañana pasó tranquila dentro de lo que cabe puesto que la pelinegra aún seguía ignorando a Byers; así que decidió pasar el tiempo con el otro castaño y buen amigo, Harrington.
Comían amenamente sus alimentos en la cafetería ya que el muchacho no tenía ánimo de estar a la intemperie con el frío otoño de Hawkins.
—… Así que ayer regresando a casa el teléfono suena como loco y al contestar mi madre me reclama: ¿Dónde has estado jovencito? He estado llamando desde hace horas. — relata el joven imitando con voz aguda — Y yo le respondo que no exagere, — dice girando los ojos — que no fue mucho tiempo de espera porque te acababa de ir a dejar a casa. — explica — E inmediatamente al escuchar tu nombre parece cambiar de actitud y me reclama porque no le avisé que habías ido y blah, blah… — mostrando una actitud cansada por su progenitora.
Fëanor sonríe, la madre de su amigo había sido muy amable con ella las pocas veces que se vieron. De hecho, le había donado algo de ropa al principio de saber su origen y compadecerse por su situación.
— En serio que creo que si fueras de la familia te preferirían a ti. — alegó pensativo.
— Sí, tienes razón. — musitó bajando la vista.
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Steve la miró al escuchar su comentario y ella le mostró una sonrisa dando a entender que bromeaba.
Prosiguieron comiendo entre risas. Ambos se llevaban bien, que Ivers no podía creer que el castaño fuera un patán como le contaron. No coincidía con lo que ve ahora, aunque en definitiva había madurado debido a los problemas del año pasado.
¿Todos podemos cambiar, no?
Bueno, quizá sólo quienes demuestren tener algo de luz en su interior. Algunas películas mostraban la redención o caída de los villanos según se presentara la oportunidad. Estaba en ellos tomarla. Ella la eligió, así como su amigo Harrington.
¿Alguien más a su alrededor podría hacerlo?
Poco después de terminar sus alimentos, se ponen de pie para tirar los restos de las envolturas, y justamente en ese momento se tropiezan con el grupo de chicos que reinan en la escuela; liderados por el californiano.
— ¡Miren! La nueva pareja caída. — exclama uno del grupo.
— Vaya, la princesa te deja y corres a los brazos de la rara. — señala Tommy H., cerrando el paso a ambos — Has caído muy bajo, Harrington.
— Cierra la boca, Tommy. — demanda el castaño.
— Oh, vamos, ayer todos nos dimos cuenta cómo la recibías en brazos. — prosiguió este. Hargrove no quería detenerlo, se estaba entreteniendo.